Médico cubano en la primera línea del tratamiento contra el coronavirus en Estados Unidos

El médico cubano Arturo Casadevall integra el equipo de científicos que aplicarán en Estados Unidos un nuevo tratamiento para curar a los enfermos por coronavirus
Médico cubano en la primera línea del tratamiento contra el coronavirus en Estados Unidos
 

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El médico cubano Arturo Casadevall integra el equipo de científicos que aplicarán en Estados Unidos un nuevo tratamiento para curar a los enfermos por coronavirus.

La terapia consiste en usar plasma de pacientes que se han recuperado de la enfermedad y tratar con sus anticuerpos a los enfermos. 

Casadevall, experto en enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins, calificó este proceder como “una gran noticia” para frenar el coronavirus y curar a los pacientes. 

 “Es una gran noticia. Cuando comenzamos a hablar de esto hace unas semanas, era solo una idea, y ahora parece que se hará realidad”, expresó a la prensa estadounidense el científico cubano de 63 años y nacido en la provincia de Santi Spíritus, Cuba. 

Para desarrollar este proceder, que data de casi 100 años, fue creado El Proyecto de Plasma Convalescente COVID-19, que reúne a médicos y científicos de más de 20 instituciones en Estados Unidos. 

El tratamiento,  desarrollado  por la Universidad Johns Hopkins University junto a otra decena de instituciones de primera línea de los Estados Unidos, será utilizado por primera vez en el Estado de Nueva York, donde se reporta el mayor número de  contagios por el patógeno en ese país. 

Los especialistas han confiado en que tenga éxito como mismo sucedió cuando fue usado para combatir los estragos de la gripe española en 1918, una afección que causó millones de muertes en todo el planeta antes de ser curada por dicha fórmula. En esa época no existían vacunas ni medicamentos antivirales.

Casadevall expresó su confianza en que, a pesar de que sea un tratamiento con un siglo e antigüedad, pueda resultar efectivo para combatir la nueva pandemia.

“Soy un médico especialista en enfermedades infecciosas interesado en la historia. Conocía la historia de lo que se hizo a principios del siglo XX con epidemias. No tenían vacunas en ese entonces, no tenían ninguna droga en ese momento, al igual que la situación que enfrentamos ahora. Pero los médicos sabían que, para ciertas afecciones, se podía tomar la sangre del sistema inmune y usarla para prevenir enfermedades o tratar a quienes se enfermaron", indicó.

Los investigadores de la  Universidad Johns Hopkins en Baltimore se encuentran entre los primeros que investigaron que una fórmula para el tratamiento de esta enfermedad  podría estar en la sangre de los pacientes que se han recuperado del COVID-19.

Por su lado, el gobernador Andrew Cuomo, anunció que este proceder comenzará a aplicarse  en los próximos días a los enfermos de coronavirus.

“Ha habido pruebas que muestran cuándo se inyecta a una persona los anticuerpos, que luego estimula y promueve su sistema inmunitario contra esa enfermedad. Es solo un ensayo. Es un ensayo para personas que están en estado grave, pero el Departamento de Salud del Estado de Nueva York ha estado trabajando en esto con algunas de las mejores agencias de atención médica de Nueva York, y creemos que es prometedor, y nosotros vamos a comenzar eso esta semana", señaló Cuomo en una conferencia de prensa 

La Agencia de Alimentos y Droga (FDA) confirmó que este tratamiento será aprobado inmediatamente y que los científicos trabajan a tiempo completo para asegurar la disponibilidad del tratamiento. 

Para comenzar a aplicar la terapia los funcionarios de salud de Nueva York explicaron que contarán con pacientes recuperados del coronavirus.

Este proceder, indicaron las fuentes médicas, podría comenzar a aplicarse en la región de  New Rochelle, en la que se reportó el brote inicial de la enfermedad en Nueva York.

La terapia  ha sido respaldada por las prestigiosas academias de Medicina, Ciencias e Ingeniería, lo que ha sido  considerado un espaldarazo para que puede aplicarse de forma masiva en Estados Unidos. 

“A la luz de la situación actual en los Estados Unidos creemos que es esencial explorar una amplia gama de opciones para tratar el creciente número de pacientes muy graves con enfermedad respiratoria COVID-19. Apoyamos firmemente los esfuerzos de científicos y médicos para desarrollar una vacuna efectiva, anticuerpos monoclonales y nuevos medicamentos o para reutilizar los medicamentos y terapias existentes. Uno de esos esfuerzos que es especialmente prometedor es el trabajo para determinar si un tratamiento probado y verdadero que se ha encontrado efectivo en el tratamiento de infecciones (la producción de inmunidad pasiva a través del suministro de plasma convaleciente de pacientes recuperados) tiene un papel en el manejo de COVID-19. De hecho, la FDA anunció recientemente que esta modalidad se encuentra entre los enfoques terapéuticos que se consideran activamente”, dice un documento firmado por Marcia McNuttPresident, de la National Academy of Sciences, John L. AndersonPresident, de la National Academy of Engineering y de Victor J. DzauPresident, de la National Academy of Medicine.

“Aunque habrá que responder muchas preguntas sobre la dosificación, las indicaciones de uso, la seguridad y la eficacia antes de que este enfoque se pueda utilizar en pacientes, respaldamos firmemente los pasos necesarios para evaluar si el plasma convaleciente podría ser un componente importante de la lucha contra COVID-19. Alentamos la colaboración y cooperación de la academia, la industria y el gobierno federal para acelerar el progreso científico y la aprobación regulatoria de este enfoque prometedor. Las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina están listas para ayudar a facilitar dicha colaboración”, concluye el documento. 

 

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