'Así es cómo debe levantarse la cuarentena': habla uno de los mayores expertos mundiales

¿Cómo terminarán las cuarentenas y aislamientos obligatorios orientados para frenar la pandemia mundial de coronavirus?
Medidas de distanciamiento social
 

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El epidemiólogo Gabriel Leung es uno de los máximos expertos mundiales en la pandemia generada por el nuevo coronavirus. Desde su papel de decano de medicina en la Universidad de Hong Kong, desde enero alertó al mundo sobre el peligroso brote de COVID-19 en Wuhan, China, que se extendió al mundo en apenas tres meses.

En una columna de The New York Times, este Leung explicó uno de los temas que más incertidumbres genera a todas las personas afectadas por las medidas de confinamiento, al menos un tercio de la población mundial: cómo terminarán las cuarentenas y los aislamientos obligatorios.

Aunque los gobiernos alrededor del mundo no conocen a ciencia cierta cuándo podrán poner fin al aislamiento social y al cierre de establecimientos, coinciden en que tales medidas causarán "enormes daños a las economías y comprometerá la buena voluntad y la salud emocional" de las personas.

Según Leung, tras el imperativo de salvar cuantas vidas sea posible, los gobiernos y organismos internacionales deben proponerse "reducir la epidemia a un ritmo lento en aras de ganar tiempo para que la población mundial adquiera, de una forma u otra, inmunidad a la COVID-19".

"Solo se puede evitar que resurja la pandemia cuando al menos la mitad de la población mundial se haya vuelto inmune al nuevo virus. Y eso puede suceder de una de estas dos maneras: después de que suficientes personas se hayan infectado y se hayan recuperado, o después de que hayan sido inoculadas con una vacuna", resumió Leung.

No obstante, el científico hongkonés detalló cada una de esas dos opciones: "Permitir que ocurra la primera opción, sin mitigación, sería una catástrofe humanitaria: significaría muchas muertes, principalmente entre los ancianos y las personas pobres con acceso limitado a la atención médica. La segunda opción, desarrollar una vacuna segura y efectiva y hacerla suficiente para todos, es una meta al menos dentro de un año, quizás dos años. Los aislamientos masivos y las medidas de distanciamiento no pueden mantenerse tanto tiempo", advirtió.

Según Leung, al menos durante 2020 los gobiernos alrededor del mundo tendrán que poner en práctica diferentes formas de cuarentena para evitar nuevas olas y contagios del coronavirus. "Todos debemos prepararnos para varias políticas de ciclos de 'suprimir y levantar' durante los cuales se aplican y relajan las restricciones, se aplican y se relajan nuevamente, de manera que puedan mantener la pandemia bajo control pero a un costo económico y social aceptable".

"La mejor manera de hacerlo variará según el país, dependiendo de sus medios, su tolerancia a la disrupción y la voluntad colectiva de su gente. En todos los casos, sin embargo, el desafío es esencialmente un tira y afloja de tres vías entre combatir la enfermedad, proteger la economía y mantener a la sociedad en equilibrio", explicó el científico.

Para Leung cada ciudad o Gobierno deberá precisar el índice de transmisión (Rt) del coronavirus en cada momento específico. "Imagine una ciudad que tiene 1.000 camas en unidades de cuidados intensivos. No puede tener más de 1.000 personas en un respirador en un momento dado. Si la duración promedio de la estadía de un paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos es 14 días, esta ciudad no puede proporcionar cuidados intensivos a más de 71 pacientes nuevos al día (1.000 / 14 = 71,42). Suponiendo que aproximadamente el 5 % de todos los casos recientemente infectados son tan graves que requieren cuidados intensivos, la ciudad no puede permitirse tener más de un total de aproximadamente 1.420 nuevas infecciones por día (71 x 20 = 1.420). Este es el número real de infecciones, solo una fracción de las cuales se reflejan en el recuento oficialmente informado. Las autoridades, habiendo establecido el número de nuevas infecciones que los centros de salud de emergencia de la ciudad pueden soportar, pueden determinar a qué Rt deben apuntar y ajustar sus intervenciones para alcanzarlo".

 

"Luego, una vez que está claro qué puede soportar el sistema de salud, uno debe preguntarse qué puede aceptar la economía y, por separado, qué puede aceptar la gente. Incluso si el sistema de atención médica puede tolerar casi 1.420 nuevas infecciones al día, ¿se asustarían Wall Street, los mercados financieros y, lo que es más importante, la economía real? ¿O reaccionarían como lo hacen durante una mala temporada de gripe? ¿Y cuánto tiempo puede la población aceptar las restricciones requeridas para mantener ese nivel de infecciones? ¿La gente dejará de cumplir? ¿Están en peligro su bienestar mental y emocional?", deben preguntarse los gobiernos.

Finalmente, Leung aseguró que "no hay una respuesta correcta o incorrecta sobre la mejor manera de responder a una amenaza tan grande y compleja como esta pandemia. Uno puede imaginar una variedad de puntos de vista individuales: 'Prefiero proteger la economía y arriesgarme con la epidemia'; 'Prefiero no arriesgarme y permitir que la economía se dispare, en parte porque estoy seguro de que se recuperará en un año'; 'Ya me estoy volviendo loco después de una semana de encierro'; 'No puedo verme aferrado a esto durante tres meses'. Este rango es la razón por la cual el público en general, especialmente en las democracias occidentales, debería tener la oportunidad de dar forma a esta discusión. Y, sin embargo, a pesar de que diferentes comunidades lograrán un equilibrio diferente entre estos intereses, la estrategia de 'suprimir y levantar' es generalizable para todos", resumió.

 

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