Tanqueros que transportan casi dos meses de producción petrolera de Venezuela están atrapados en altamar. Según fuentes de la industria, documentos de PDVSA y datos de envío, se debe a que los refinadores alrededor del mundo rehúyen del crudo del país sudamericano para evitar sanciones de Estados Unidos.
La administración del presidente norteamericano Donald Trump, ha endureciendo las sanciones para reducir las exportaciones de petróleo del régimen de Nicolás Maduro y privar su gobierno la principal fuente de ingresos de Venezuela.
Las exportaciones de la nación socia de la OPEP están cerca de sus niveles más bajos en más de 70 años y la economía se ha derrumbado, pero Maduro sigue aferrado al poder, generando frustración en el gobierno de Trump.
De acuerdo a informaciones publicadas por la agencia Reuters, “el Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha vetado este mes barcos e intermediarios por su rol en el comercio y transporte del petróleo de la estatal venezolana PDVSA, y ha amenazado con agregar más a su lista de entidades sancionadas”.
Datos ofrecidos por Refinitiv Eikon, requieren que “al menos 16 tanqueros que transportan 18,1 millones de barriles de crudo y combustibles venezolanos están atrapados en aguas de varios países, porque compradores los evitan para no exponerse a posibles sanciones”. Eso equivale a casi dos meses de producción a la tasa actual en Venezuela.
Varias de las embarcaciones han permanecido en altamar por más de seis meses tras navegar a varios puertos sin poder descargar. “El petróleo rara vez se carga en tanqueros sin que estos tengan un comprador definido. Los cargamentos que están en el agua en esa condición generalmente se venden a descuento”, precisa Reuters.
Durante la espera, cada petrolero incurre en fuertes cargos por demoras. Según una fuente naviera, “la tarifa por demora para un barco que transporte petróleo venezolano es de al menos 30.000 dólares por día”.
El MT Kelly, con bandera de Panamá, es uno de los barcos atrapados en el mar. Navegó a Turquía, ingresó al Mediterráneo solo para darse la vuelta, navegar de regreso a través del Estrecho de Gibraltar y bordear África. Altomare SA, que tiene su sede en Grecia, listada por Eikon y otros servicios de rastreo de buques como operador del MT Kelly, dijo que el buque no está actualmente bajo su control de gestión.
La mayoría de los otros tanqueros zarparon hacia Malasia, Singapur, Indonesia o Togo, donde generalmente transfieren su carga a otros buques en altamar, a veces ocultando el origen del crudo antes de enviarlo a un refinador.
Seis de los buques en espera en Malasia son operados por Eurotankers Inc, con sede en Grecia. Acumulan hasta cuatro meses para descargar, según los datos de Eikon.
Libre Abordo de México, que junto con la firma relacionada Schlager Business Group es responsable de tres de los cargamentos de crudo venezolano según los documentos de PDVSA, no quiso hacer comentarios al respecto al ser solicitados por Reuters, así como otras de las empresas implicadas. Richeart International, con sede en Hong Kong, está a cargo de otros cuatro embarques.
Incluso algunos clientes de larga data de PDVSA tienen dificultades para completar transacciones permitidas bajo sanciones, como el pago de deuda con petróleo o el intercambio por alimentos.
La difícil situación de las exportaciones de Venezuela se produce cuando la mayoría de las naciones productoras de petróleo sigue luchando para colocar sus altos inventarios en un mercado sobre abastecido, lo que ha reducido el apetito de muchos compradores por crudo riesgoso como el iraní o el venezolano.
Con información de Reuters.