Maduro rechaza oferta de empresarios para comprar vacunas contra el coronavirus

A pesar de la grave crisis sanitaria de Venezuela, el dictador chavista rechaza la ayuda de sus propios empresarios. Eso sí: está dispuesto a comprar y producir la vacuna cubana contra la COVID-19.
Nicolás-Maduro
 

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Pese a la lenta campaña de vacunación que están desarrollando las autoridades chavistas, este martes la dictadura de Nicolás Maduro rechazó el plan de inmunización propuesto días atrás por Fedecámaras, el principal gremio empresarial del país.

Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional chavista, descartó la posibilidad de que se construya un plan de vacunación con la participación de todos los sectores del país.

“El único ente autorizado, capacitado y legitimado para cumplir con la vacunación contra el COVID es el Ministerio de Salud”, advirtió el funcionario chavista.

La declaración del vocero de la dictadura tiene lugar dos días después de que Maduro arremetiera contra Fedecámaras al calificarla como un “nido de víboras que se presta a los planes conspirativos”.

A fines de marzo, la organización que agrupa a las principales empresas privadas en el país caribeño planteó un plan que buscaría inmunizar a tres millones de venezolanos en cuatro meses y medio. Para su implementación se requerirían seis millones de dosis y unas 100 clínicas privadas.

En la presentación del proyecto, Ricardo Cussano, presidente de la organización, detalló que la idea era destinar el 20% de las dosis a la población más vulnerable “siguiendo las pautas del Ejecutivo Nacional”.

El resto irían a trabajadores y sus familiares. Asimismo, indicó que no se trata de un “plan de comercialización”, sino que la intención es ayudar a los venezolanos “al derecho humano de acceder a las vacunas”.

Hasta el momento, al país han llegado 750 000 vacunas, de las cuales 250 000 son de la rusa Sputnik V y 500 000 de la china Sinpharm.

 

Mientras tanto, la vacuna cubana es bienvenida

 

Maduro confirmó el domingo 10 de abril que la vacuna cubana Abdala, que se encuentran actualmente en ensayos clínicos para evaluar su eficacia y no cuenta aún con la autorización de uso de emergencia o registro, se producirá en un laboratorio estatal en Caracas.

“Hemos firmado un convenio para producir, en nuestros laboratorios (...), dos millones de vacunas por mes de la vacuna Abdala, para el mes de agosto, septiembre, aproximadamente”, manifestó el dictador venezolano en una transmisión a través del canal estatal VTV.

La vacuna Abdala aún se encuentra en fase prueba y, según Maduro, los estudios “van muy bien”. El pasado jueves, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, confirmó que el inmunizante se produciría en un laboratorio estatal en Caracas.

En tanto, el Centro Nacional de Bioética de Venezuela (Cenabi) se sumó a la Academia de Medicina, al advertir los “grandes riesgos” de utilizar estos candidatos a vacunas provenientes de Cuba, que no han sido debidamente probados.

Indicó el Cenabi en un comunicado que “la infraestructura tecnológica de ese país [Cuba] se encuentra actualmente obsoleta y no existe información confiable sobre los resultados de las fases de prueba 1 y 2, que demuestren la capacidad inmunogénica del producto”.

 

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