Persisten las colas en varios estados del país tras el plan “Pico y Placa” implementado por el régimen de Nicolás Maduro para abastecer al país de combustible, sin embargo, en la capital venezolana parece que todo volvió a la normalidad. Conductores en Caracas se muestran aliviados, mientras el resto del país continúa en ascuas.
La gasolina que Irán llevó a Venezuela se convierte en un nuevo salvavidas para Maduro, que pende de un hilo después de las múltiples protestas en el territorio nacional a causa de la escasez del vital hidrocarburo.
Las estaciones de servicio de Caracas muestran un cambio radical, después de que miles de venezolanos pudieran llenar sus tanques. Una situación muy distinta a la de Táchira, Zulia, Bolívar. Mérida, Lara y otros estados del país, donde persisten largas colas y se registran protestas por la negación de las autoridades que limitan a solo 20 litros por persona.
“Si solo tienes un día para echar gasolina y resulta que lo que te echan son miserables 20 litros, eso significa que las colas serán peores, ya que tendremos que venir semanal para poder movilizarnos”, dijo a ADNCUBA Amalia Berroterán, residente del estado petrolero de Zulia (occidente del país).
Las estaciones de servicio siguen bajo la supervisión de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, aunque en un número mucho menor que en las semanas anteriores. Este martes, según el plan que impuso Maduro, solo podrán echar combustible las placas que terminen en 3 y 4, el resto debe esperar su día, que es exclusivo mientra se normaliza el suministro de combustible, detalló Maduro.
“He aprobado el plan para la nueva regularización del suministro de gasolina en el país. Venezuela ya está produciendo todo lo que se necesita para el consumo interno. Se han levantado ya dos refinerías, a pesar del ataque", aseguró Maduro el pasado 30 de septiembre.
Los buques iraníes cargados con combustible que atracaron en aguas venezolanas dieron un respiro a la colapsada gestión del régimen madurista, que evade la escasez con nuevos controles para permitir que algunos ciudadanos puedan surtir sus vehículos con gasolina. Pero el régimen no ha ofrecido aún declaraciones de cómo llegaron los buques con petróleo al país.
Maduro expresó que tras la llegada de los buques iraníes Forest y Fortune, a finales de esta semana arribará al país el tanquero Faxon para completar la entrega de 820.000 barriles de gasolina a Pdvsa. Prometió que espera la “remontada económica" en los próximos tres meses.
Venezuela se encuentra en medio de una grave crisis humanitaria y la escasez de gasolina aumenta el descontento interno y la presión sobre el asediado régimen de Maduro. Las protestas se extienden por todo el territorio nacional, exigiendo servicios públicos y calidad de vida.
La crisis económica sin precedentes ha empeorado con la escasez del hidrocarburo. Para paliar esta situación, el régimen de Nicolás Maduro ha recibido millones de barriles de petróleo en los últimos meses, provenientes de Irán.
Maduro culpa a Estados Unidos de la crisis, mientras la oposición acusa a los voceros chavistas de destruir las refinerías petroleras a través de la corrupción y la falta de mantenimiento de las mismas.