El Gobierno de Daniel Ortega no ofreció por tercer día consecutivo el informe sobre los casos confirmados de coronavirus SARS-coV-2 en Nicaragua, mientras sus seguidores han comenzado a publicar reportes falsos sobre el tema en las redes sociales.
El secretario general del Ministerio de Salud, Carlos Sáenz, que estaba a cargo de la lectura diaria del informe, no comparece ante medios oficiales desde el martes pasado cuando reportó que mantenían cuatro casos activos con COVID-19 y todos en condición "delicados".
Hasta entonces Nicaragua acumulaba 16 casos confirmados, con cinco fallecidos, para una tasa de letalidad de 31,25 %, la más alta de América, según las cifras oficiales.
El independiente Observatorio Ciudadano COVID-19 contabiliza hasta este viernes al menos 781 casos de contagio del coronavirus SARS-coV-2, 765 casos más que los reconocidos por las autoridades, y presume que ya hay transmisión comunitaria, algo que niega el régimen de Ortega.
En medio del silencio oficial han sido propagadas en las redes sociales una oleada de noticias falsas de personalidades contagiadas que, según los medios de comunicación independientes, son fabricadas por seguidores del presidente Ortega.
El director de la plataforma digital Artículo 66, Álvaro Navarro, que fue uno de los mencionados como enfermos, señaló al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de haber activado su "maquinaria" para difundir noticias falsas sobre el COVID-19 como un método de distracción.
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Desde la noche del jueves, decenas de publicaciones falsas, usando marcas de medios de comunicación y captura de pantalla de tuis oficiales de periodistas, fueron divulgadas en redes sociales y en grupos de WhatsApp.
Según esos informes falsos, habría un brote de contagio de COVID-19 entre personalidades, empresarios, líderes religiosos, periodistas y dueños de medios de comunicación críticos con el Gobierno.
Para el periodista Wilfredo Miranda, esos reportes son una maniobra del Gobierno para deslegitimar las publicaciones que se hacen desde los medios independientes en las redes sociales.
Además, es un "método para desviar la atención de temas importantes y a la vez deslegitimar el trabajo de los medios de comunicación, porque la gente cae muy fácil en compartir esas capturas montadas, porque la gente no tiene la costumbre de ir al perfil o a la cuenta que supuestamente publicó eso para corroborar si es verdad o no", argumentó.
Para el especialista y catedrático en comunicación, Alfonso Malespín esos bulos son creados "por alguien" que está interesado en generar temor para controlar más fácilmente a la población.
"Si no le das información a la gente y si, además, le generas temor, ¿qué es lo que buscas? Buscas control", sostuvo.