Managua, 21 sep (ADN CUBA).-La policía de Nicaragua disparó este sábado granadas aturdidoras contra manifestantes que desde antes del mediodía se han concentrado en el centro de Managua para participar en la marcha “Nada es normal”, aún en desarrollo.
El diario local La Prensa publicó imágenes y videos, posteados en las redes sociales por participantes en la protesta, de policías disparando granadas aturdidoras, artefactos explosivos no letales destinados a desorientar temporalmente los sentidos.
Pero una de esas granadas hirió al joven Pedro Estrada, expreso político, luego de ser impactado en la cabeza en las cercanías del edificio Pellas, posteó Cinthya Torrez, en su cuenta de Twitter, y retomado por La Prensa.
Organizaciones civiles convocaron a la población a manifestarse contra el Gobierno de Daniel Ortega, que desde el levantamiento civil de abril del 2018, aplacado por las fuerzas del orden, sigue enfrentando brotes de descontento popular.
La marcha ha sido organizada por la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), en homenaje al estudiante de 16 años Matt Andrés Romero, asesinado por la policía el 23 de septiembre de 2018, en Managua.
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El objetivo de la concentración es reclamar el restablecimiento de los derechos constitucionales en el país, que vive su peor crisis sociopolítica en décadas.
La Policía de Nicaragua se desplegó este sábado en las principales vías de acceso a Managua y en diferentes puntos de la capital previo a la concentración.
Agentes del orden colocaron retenes en las carreteras que conectan a los municipios del interior del país con Managua, en donde detenían vehículos, microbuses y autobuses, y requisaban a las personas y a los pasajeros, según diversos videos difundidos en las redes sociales.
Además, autopistas principales, rotondas y diversas intersecciones de Managua fueron ocupadas por agentes antidisturbios y de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP) desde tempranas horas de la mañana, según pudo constatar la agencia Efe.
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Cientos de patrullas, repletas de agentes policiales, fueron especialmente visibles en los primeros kilómetros de la carretera que conecta Managua con Masaya, al sureste, una de las principales autopistas de la capital, y donde está prevista la marcha opositora.
La Policía también ocupó el centro actual de Managua y las inmediaciones de la Universidad Centroamericana, de propiedad jesuita, cuyo campus ha servido para protestas antigubernamentales protagonizadas por estudiantes en los últimos meses.
Con la manifestación los opositores pretenden exigir "el cese de la represión y el asesinato de campesinos, la liberación de más de 120 presos políticos, y el retorno con garantías de los exiliados".
La marcha, bajo la frase "Nada está normal", fue citada a pesar de que la Policía Nacional mantiene desde hace un año una estricta prohibición de toda muestra de rechazo hacia el presidente Daniel Ortega, una medida criticada por juristas independientes, ya que contradice la Constitución.
Nicaragua sufre una grave crisis sociopolítica que ha dejado 328 muertos desde abril de 2018, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, aunque algunos grupos elevan a 595 el número de las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 200 y denuncia un intento de golpe de Estado.