La Guardia Nacional reservó por un plazo de 5 años la información sobre el asesinato de Cristóbal Cabreiro Ramírez, migrante cubano de 35 años que murió por disparos de sus agentes el 31 de octubre, reveló este martes Animal Político.
El organismo alegó la confidencialidad de la información y que revelar datos sobre la muerte del joven cubano comprometería otras investigaciones en curso relacionadas con el tráfico de personas.
Cristóbal Cabreiro Ramírez murió el 31 de octubre tras ser baleado cuando viajaba en una pick up con otros 12 migrantes en el ejido Echegaray, municipio de Pijijiapan, Chiapas. El vehículo trató de eludir un retén de la Guardia Nacional cuando los agentes comenzaron a disparar. Además de la víctima, otras tres personas resultaron heridas.
En un primer momento, las autoridades difundieron la tesis de que había sido encontrada un arma junto al cuerpo de la víctima, pero esta versión fue desmentida por sobrevivientes al ataque, que denunciaron que los policías comenzaron a disparar sin previo aviso.
Actualmente existen dos investigaciones abiertas: una centrada en el homicidio y la otra en un supuesto tráfico de personas. El medio mexicano Animal Político, solicitó copia del informe sobre el suceso a la institución, pero la petición fue rechazada.
La primera versión oficial sostuvo que, en el interior del vehículo, junto al cuerpo de la víctima, había un arma de fuego, pero los testigos que sobrevivieron al tiroteo desmintieron esa tesis y agregaron que los efectivos dispararon sin previo aviso.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ordenó la investigación de las personas involucradas en el enfrentamiento armado y puso a los efectivos de la Guardia Nacional a disposición de la justicia, sin embargo, hasta el momento no se ha hecho público el arresto o la vinculación a proceso de ninguno de ellos.
El cuerpo de Cristóbal Cabreiro Ramírez espera a ser trasladado a Cuba para recibir sepultura, mientras que los sobrevivientes que cruzaron la frontera con Estados Unidos relataron que fueron víctimas de extorsión por parte de la policía, quienes pedían dinero a cambio de permitirles continuar.
