El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, adquirió este martes el primer número de la rifa del avión presidencial, que finalmente no será sorteado sino el valor aproximado de la aeronave, un poco más de 100 millones de dólares en premios para los que participen y obtengan números ganadores.
"Si me saco el premio de 20 millones (de pesos) lo voy a entregar para becas", dijo el presidente al comprar en plena conferencia de prensa en Palacio Nacional el número 0.000.000 del sorteo que se celebrará el 15 de septiembre de este año.
El Boeing 787 fue utilizado por su predecesor, Enrique Peña Nieto, pero López Obrador lo consideró desde un principio un despilfarro de recursos, en un país como México, con grandes carencias sociales; lo puso en venta pero nadie quiso comprarlo.
López Obrador sacó la cartera de su bolsillo para pagar al director de la Lotería Nacional, Ernesto Prieto, los 500 pesos (unos 25 dólares) que cuesta cada billete, los cuales ya se están distribuyendo y se pondrán a la venta el próximo 9 de marzo.
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El sorteo, que tendrá lugar en la sede principal de la Lotería Nacional, en la capital mexicana, entregará 100 premios de 20 millones de pesos (un millón de dólares) cada uno, con un total de 2.000 millones de pesos (unos 102 millones de dólares).
El mandatario mexicano recordó que aunque Peña Nieto (2012-2018) fue quien utilizó la aeronave, el que la adquirió fue Felipe Calderón (2006-2012).
En realidad, ya Peña Nieto consideraba deshacerse del Boeing presidencial, debido a la lluvia de críticas que recibió cuando comenzó a usarlo, reveló a mediados de febrero de este 2020 la BBC.
La cadena británica añadió que ya con el avión en su poder, el Gobierno de Peña Nieto solicitó un estudio de mercado a la consultora aeronáutica británica Ascend, pues deseaba "explorar la opción de vender la aeronave". El informe fue entregado en 2015
El hecho de que la aeronave fue un avión de pruebas es un factor que reduce su valor y probabilidad de venta, dijo la BBC.
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Los aviones de prueba son sometidos a extenuantes test para demostrar los límites de funcionamiento como frenado, resistencia, autonomía, detección y manejo de fallas, desempeño en condiciones extremas, añadió la cadena.
La idea de deshacerse de la aeronave es una de las principales promesas de López Obrador, quien viaja en vuelos comerciales a sus giras al criticar que el Boeing 787 representa un lujo excesivo de sus predecesores que va en contra de su política de austeridad.
Al asumir el poder en diciembre de 2018, López Obrador envió el avión a un hangar de California para ponerlo a la venta, pero un año después no había logrado deshacerse de la aeronave, por lo que anunció que lo rifaría.
Finalmente, cambió de idea y en lugar de sortear el avión, valorado en 130 millones de dólares, se sorteará un premio con un valor similar mientras la aeronave permanece en México a la espera de un comprador.
(Con información de Efe)
