La compañía estadounidense United Airlines anunció este viernes que los empleados que laboren en la misma deberán contar con la vacuna contra el COVID-19, con el objetivo de evitar más contagios y hospitalizaciones en el país.
La aerolínea aclaró que sus trabajadores deben ser inmunizados obligatoriamente antes de que el mes de octubre finalice, de lo contrario, podrían ser despedidos.
Sin embargo, United dijo que otorgaría algunas excepciones siempre y cuando existan motivos de salud o religiosos que, luego de ser revisados, permitan que no se aplique la vacuna.
La vacunación para los trabajadores surge como una forma de garantizar a los clientes una mayor seguridad a la hora de abordar un avión de la aerolínea.
Los empleados deberán entregar pruebas que contemplen las dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech, Moderna o Johnson & Johnson.
Según The Associated Press, United Airlines cuenta con 67.000 empleados en Estados Unidos y alrededor del 90% de sus pilotos y el 80% de sus asistentes de vuelo ya han sido vacunados contra el COVID-19.
El anuncio de produce justo cuando el número de casos en Estados Unidos va en aumento debido a la variante delta. Otras empresas, incluidas Google, Microsoft, Walmart y Tyson Foods, también han exigido que sus empleados sean inmunizados ante la crisis sanitaria en el país.
Florida: nuevo epicentro de la pandemia en EEUU
El estado registró este sábado 21.683 nuevos contagios por COVID-19, la mayor cifra en un día, mientras que el número de hospitalizaciones también rompió récord este viernes por tercer día consecutivo, con 13.427 ingresos, según datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Además, más niños son hospitalizados con el virus en Florida que en cualquier otro estado de Estados Unidos.
El estado ha registrado, en la última semana, una quinta parte del total de nuevos casos en el país y ha roto sus propios récords de olas previas.
Desde que empezó la pandemia, Florida ha registrado más de 39.000 muertes, según los datos independientes de la Universidad Johns Hopkins.
Sin embargo, había vivido un notable descenso en contagios y muertes, como el resto de los estados, a medida que aumentaba la vacunación.