Trump y Biden se enfrentan por última vez antes de las elecciones

El manejo de la crisis de la COVID-19, las acusaciones de negocios turbios contra Biden y el crimen marcaron el ritmo de este encuentro. Kristen Welker, de NBC, moderó el debate.
 

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El presidente Donald Trump y el candidato demócrata Joe Biden se enfrentaron este 22 de octubre por la noche en el último debate presidencial antes de las elecciones de noviembre.

El nuevo formato para el evento de Nashville, Tennessee, fue una reacción al primer debate el 29 de septiembre en Cleveland, que vio repetidos enfrentamientos entre los dos candidatos.

Ambos se enfrascaron en una acalorada disputa, aunque más cordial que la anterior, cuando Trump intensificó sus ataques contra los negocios extranjeros “turbios” del candidato demócrata y su hijo Hunter, y defendió su manejo de la crisis del coronavirus.

Biden apuntó de inmediato a la conducción del presidente de la emergencia de salud pública, y señaló que más de 220 000 estadounidenses han muerto a causa de la COVID-19.

“Si no atienden a nada más de lo que digo esta noche, al menos escuchen esto: cualquiera que sea responsable de tantas muertes no debe permanecer como presidente de Estados Unidos”, dijo Biden. “Esta es la misma persona que dijo que la pandemia terminaría en Pascua. Estamos a punto de entrar en un invierno oscuro y no tiene ningún plan”.

Trump rechazó la predicción de su rival y dijo que una vacuna estará lista en pocas semanas. Además, defendió la idea de que el país tiene que abrirse paulatinamente. “No podemos mantener este país cerrado. La gente está perdiendo sus trabajos. La cura no puede ser peor que el problema en sí. Y [Biden] quiere cerrar el país”, aseguró.

Al respecto, Trump se burló de la postura de su adversario por permanecer en su casa en Delaware durante la pandemia. “Joe Biden puede encerrarse en un sótano... Obviamente ha ganado mucho dinero en alguna parte”, dijo en referencia a las acusaciones de que la familia Biden se ha involucrado en negocios turbios.

Los candidatos se enfrentaron en un escenario de la Universidad de Belmont en Nashville, Tennessee, a 12 días para que finalice la votación, el 3 de noviembre. El exvicepresidente sigue liderando las encuestas nacionales, aunque Trump ha cerrado la brecha en varios estados péndulo y en al menos dos encuestas a nivel nacional.

Las acusaciones sobre los negocios del candidato demócrata

El presidente entró en el debate insistiendo que Biden es corrupto y le permitió a su hijo obtener decenas de millones de dólares de empresas extranjeras que buscaban acceso a la administración Obama.

En el escenario estuvo presente Tony Bobulinski, ex socio de la empresa Hunter Biden. Bobulinski dio una declaración a la prensa dos horas antes del debate, afirmando que el político demócrata es el “gran tipo” al que se hace referencia en un correo electrónico de la empresa que describe supuestas componendas de Biden con empresas chinas.

“Su participación no debía mencionarse por escrito, sino solo cara a cara”, dijo Bobulinski. Además, dijo que Biden mintió al afirmar que desconocía los negocios de su hijo.

La movida del presidente con Bobulinski recordó la invitación de Trump a varios de los acusadores de agresión sexual de Bill Clinton a uno de sus debates contra su adversaria en las elecciones de 2016, Hillary Clinton.

Como contrapartida, una portavoz del candidato demócrata dijo que la campaña de Trump es “desesperada” y que las declaraciones de impuestos de Biden no reflejan esos ingresos. “Joe Biden nunca ha considerado siquiera involucrarse en negocios con su familia, ni en ningún negocio en el extranjero”, señaló.

¿Qué dicen las encuestas?

La Comisión de Debates Presidenciales había planeado instalar barreras de plexiglás entre los candidatos el jueves por la noche, pero desistió después de que ambos hombres dieran negativo en las pruebas de COVID-19 ese mismo día.

El segundo debate planeado se canceló después de que el presidente dio positivo por COVID-19, la comisión decidió realizar un evento virtual y Trump se negó.

Desde su hospitalización, el mandatario ha reanudado un programa de campaña agresivo en estados clave. Sus asesores dijeron que llevará a cabo cuatro manifestaciones durante el fin de semana en Carolina del Norte, Wisconsin, Ohio y New Hampshire.

La comisión también silenció el micrófono de cada candidato mientras su oponente hablaba durante ciertos segmentos. La regla se implementó después de que Trump interrumpiera repetidamente a Biden durante el primer encuentro.

Trump pasó los días previos a este crucial evento acusando a la moderadora Kristen Welker de NBC News de parcialidad en su contra. Pero el presidente dio un paso aún más audaz hoy al publicar en Facebook videos sin editar de sus entrevistas y las del vicepresidente Mike Pence con 60 Minutes para una próxima transmisión en CBS.

Entonces dijo que quería mostrar el “sesgo, el odio y la mala educación” de esa cadena antes de que el programa se transmita el domingo por la noche. CBS News dijo que la Casa Blanca violó su acuerdo para una entrevista exclusiva, pero la cadena transmitirá las entrevistas según lo planeado.

Las encuestas muestran que la economía sigue siendo el punto de venta más fuerte de Trump. Una investigación de Fox News publicada este jueves mostró que los votantes en Wisconsin confían en que el presidente manejará la economía mejor que Biden entre un 50% y un 43%; en Pensilvania, del 50% al 45%; y en Ohio, entre el 52% y el 41%.

Las nuevas solicitudes de desempleo en Estados Unidos totalizaron 787 000 la semana pasada, informó el jueves el Departamento de Trabajo, el total más bajo desde el inicio de la pandemia de COVID-19.

Algunas encuestas sugieren que la cobertura de los medios conservadores sobre las ganancias de Hunter Biden y la confirmación pendiente en el Senado de la candidata conservadora a la Corte Suprema, Amy Coney Barrett, están ayudando a Trump a cerrar la brecha.

Rasmussen Reports mostró que el liderazgo de Biden bajó del 49% a 46%. Hace dos semanas, el demócrata lideró por 12 puntos porcentuales en la misma encuesta. BID / TIPP, por su parte, publicó cifras aún más apretadas: 48,1% para Biden contra 45,6% para Trump. BID / TIP fue la única encuestadora que dio al republicano como ganador en 2016.

El peligro del socialismo

Mientras todo esto ocurría, Florida, bastión del Partido Republicano y un estado decisivo para Trump, lanzó el jueves anuncios radiales sobre el camino “socialista” por el cual transitaría el país bajo Biden.

“Durante sus 44 años como político de carrera, Biden traicionó a los nicaragüenses al votar para recortar fondos para la Contra. Votó para enviar la industria farmacéutica de Puerto Rico a la China comunista y apoyó la política de Obama hacia Cuba, que no dio ningún resultado”.

Además, Biden elogió al dictador Nicolás Maduro mientras asesinaba a venezolanos. Este año, el demócrata ha lanzado una “plataforma de unidad” con el comunista amante de Castro, Bernie Sanders. Biden también cuenta con el respaldo del colombiano castro-chavista Gustavo Petro.

Como dice el refrán hispano, “dime con quién andas y te diré quién eres”, se escucha en la campaña que intenta apelar al sentimiento antisocialista de muchos latinos en Florida. “Joe Biden no es más que un títere del ala chavista del Partido Demócrata, y es por eso que los hispanoamericanos lo rechazan a él y a su campaña”, aseguraba el anuncio.