Uno de cada tres trabajos que realizan las mujeres en Estados Unidos ha sido considerado esencial, según un análisis del diario The New York Times sobre la información cruzada del censo con los lineamientos de los trabajadores esenciales del gobierno federal.
Luego de ser su trabajo mal pagado y subvalorado con frecuencia, las mujeres estadounidenses se han convertido en la fuerza laboral que sostiene al país en medio de la fuerte crisis sanitaria y económica que sufre a causa de la pandemia del nuevo coronavirus.
De acuerdo con el medio de prensa, las mujeres representan 9 de cada 10 miembros del personal de enfermería, casi todas las terapeutas respiratorias, una mayoría de farmacéuticas y una abrumadora mayoría de asistentes y técnicas de farmacia.
Asimismo, más de dos terceras partes de las personas que trabajan en las tiendas de alimentos y los mostradores de comida rápida de todo Estados Unidos son mujeres, según la investigación del Times.
“No olviden que abríamos la tienda para atenderlos cuando lo necesitaron”, dijo Costance Warren, dependienta del mostrador de carnes frías en un mercado de New Orleans. “Nunca se sabe cuándo podrían volver a necesitarnos”, advirtió.
El Departamento de Seguridad Nacional publicó en marzo un comunicado en el que se identificaba a los “Trabajadores Esenciales de la Infraestructura Primordial”, el cual enumeraba una lista de trabajos calificados como demasiado importantes como para ser interrumpidos, la mayoría de los cuales son ocupados por mujeres.
Según el diario neoyorquino, el 28% de todos los trabajadores varones tienen empleos considerados parte de la fuerza esencial, pero algunos de los empleadores de varones más grandes del país son empresas de la construcción, actividades que están detenidas por el momento.
Sin embargo, las mujeres son una mayoría en el sector más importante durante la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, la atención médica, donde laboran 19 millones de personas, el triple de los que hay en la agricultura, la policía y la industria de la paquetería juntos.
“La fuerza laboral de la salud es parte de la infraestructura de toda nuestra sociedad. Mantiene todo unido”, comentó Mignon Duffy, profesora de la Universidad de Massachusetts, autora de estudios sobre la mujer y el trabajo.
La propia profesora señaló que durante mucho tiempo se ha subvalorado el trabajo de este sector, algo que se hace más evidente ahora que existe una gran escasez de equipo básico de protección en todo el país.
Actualmente hay cuatro enfermeras registradas por cada oficial de policía y, aun así, los hospitales alertan sobre una carencia de enfermeras, en un sistema donde casi cuatro de cada cinco trabajadores son mujeres.
Asimismo, el riesgo al que están sometidas estas mujeres es altísimo, según un reciente informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el cual asegura que el 73% de los trabajadores de la salud infestados en Estados Unidos son mujeres.
“Yo no quería participar en una pandemia”, dijo al Times Andrea Lindley, enfermera de cuidados intensivos de 34 años que trabaja en un hospital de Filadelfia. “Pero no voy a abandonar a la gente que me necesita”.
Uno de cada tres trabajos realizados por las mujeres ha sido considerado esencial y es muy probable que las mujeres que no son de piel blanca sean las que estén realizando más trabajos esenciales que cualquier otra persona.