Estados Unidos superó su récord de casos nuevos de COVID-19 en 24 horas con 201 961, según datos difundidos por la Universidad Johns Hopkins este martes 10 de noviembre en la noche.
La primera potencia mundial es el país más afectado por la pandemia con más de 10 millones de casos y cerca de 240 000 muertos.
El récord del martes se debe en parte a la suma de datos del fin de semana que no se habían contabilizado, pero es un reflejo de la tendencia al alza que registra Estados Unidos.
Desde hace una semana, el número de casos nuevos diarios ha superado regularmente los 100 000, niveles nunca alcanzados hasta ahora. La situación más crítica se vive en el Medio Oeste y el norte del país.
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Aunque el número de muertes diarias de COVID-19 aún está lejos de volver a los niveles de primavera, en las últimas 24 se registraron más de 1500 fallecidos. El número de hospitalizaciones también está batiendo récords.
Unas 62 000 personas se encuentran internadas por COVID-19 en Estados Unidos, según el Covid Tracking Project, la cifra más alta desde que se registrara el primer caso oficial en el país a finales de enero. La pandemia ha provocado una grave crisis sanitaria en el país desde la gripe española, en 1918.
El principal epidemiólogo de Estados Unidos, Anthony Fauci, declaró a la cadena británica BBC que se podrá saber en su país antes de finales de este año si existe una vacuna contra la COVID-19 que sea “segura y efectiva”.
Fauci alertó asimismo de que la cantidad de dosis que pudiera haber disponibles en diciembre no serán “suficientes para vacunar a todo el mundo” y habrá que esperar aún “varios meses en 2021”.
El epidemiólogo alertó de que una posible vacuna no eliminaría las normas de restricción y seguridad que se aplican hoy en todos los países para evitar la transmisión del virus.
Por otra parte, la vacuna que desarrolla la Universidad de Oxford, en colaboración con la farmacéutica AstraZeneca, genera una fuerte respuesta inmune entre los ancianos, el grupo más vulnerable, revela este lunes el Financial Times.
Los ensayos clínicos de esa vacuna están en la fase 3, la última antes de conocer con exactitud si es segura y si permite proteger a la población de la enfermedad, tras lo cual necesitará el visto bueno de los reguladores antes de procederse a una vacunación masiva.
Mientras tanto, Pfizer, junto a la alemana BioNTech, planea solicitar a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) una autorización de emergencia este mismo mes, luego de dos meses de recolección de información para su vacuna, de la que planean suministrar 50 millones de dosis en el mundo en 2020 y hasta 1300 millones en 2021.
Recientemente, el director de Vacunas de Pfizer para Norteamérica, Alejandro Cané, anunció en octubre un acuerdo con EEUU para producir 100 millones de dosis para finales de este año por cerca de 2000 millones de dólares.