La Casa Blanca aseguró este miércoles que estarían revisando su política hacia Cuba y que se buscaría cualquier modificación que pueda ser un incentivo en el cambio de comportamiento del Gobierno cubano, además de siempre tener en cuenta las protestas que se han llevado en la Isla desde el domingo 11 de julio.
“Seguimos revisando nuestra política hacia Cuba, fijándonos en su impacto en el bienestar político y económico del pueblo cubano”, dijo Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, durante la rueda de prensa diaria.
Según Psaki, los acontecimientos en los últimos días han sido totalmente significativos y “no hay duda de que las protestas del fin de semana (…) tendrán un impacto” en la decisión que tome Estados Unidos sobre “cómo proceder”.
La Administración del presidente, Joe Biden, ya tiene seis meses en el poder y aún no cumple su promesa electoral de “volver” al proceso de deshilo con Cuba iniciado durante la presidencia de Barack Obama, de la que Biden fue vicepresidente.
Psaki señaló que el expresidente Donald Trump, impulsó cambios significativos para dar marcha atrás al deshielo y que la Casa Blanca continúa estudiando qué políticas serían las mejores para apoyar la “democracia y los derechos humanos” en Cuba.
“Queremos hacer esto a través del prisma de lo que va a ayudar directamente al pueblo cubano y lo que va a ayudar a incentivar un cambio de comportamiento (del Gobierno cubano), si eso es posible”, aseguró la portavoz.
Lea también
En el mes de abril, Psaki había asegurado que cambiar la política hacia Cuba no era una prioridad en la Administración de Biden; y en el mes de junio, Estados Unidos demostró que no tenía interés en revocar las medidas impuestas por Trump cuando votó en contra de la resolución anual de la ONU que condena el embargo estadounidense a la Isla.
La portavoz también pidió durante la rueda de prensa de este miércoles, que se liberen a los “manifestantes pacíficos que han sido injustamente detenidos”.
“Las protestas en Cuba han parado casi del todo debido a la violenta represión del régimen y sus represalias contra los cubanos que han ejercido sus derechos fundamentales y universales. Esto es inaceptable”, afirmó Psaki.
Protestas en Cuba
Miles de cubanos salieron a las calles el domingo 11 de julio para protestar contra el régimen exigiendo la libertad de Cuba, y lo que inició como una manifestación de centenares en San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa, se extendió a todas las regiones del país para exigir la renuncia de Díaz-Canel y del comunismo.
Durante las protestas, decenas de cubanos han sido detenidos y se han registrado fuertes enfrentamientos después de que Miguel Díaz-Canel pidió a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes.
Estas protestas, las más fuertes que han ocurrido en Cuba desde el llamado “maleconazo” de agosto de 1994, se produjeron en medio de una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia del COVID-19 fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.
Díaz-Canel acusó a los grupos opositores de estar financiados por Estados Unidos, y que aprovechan la crisis económica y el rebrote del COVID-19 para incentivar sus acciones, a fin de “provocar un derrocamiento del Gobierno”.