Este domingo en la noche se conoció que más de 1200 personas murieron de complicaciones por coronavirus en el último día en Estados Unidos, informó la Universidad Johns Hopkins.
La institución con sede en Baltimore, que ha mantenido un fiable recuento de las cifras mundiales de la pandemia de coronavirus, dijo que hay al menos 337 mil 072 infectados confirmados en Estados Unidos y 9 mil 633 muertes.
Por otra parte, el estado de Nueva York, que se ha convertido en el epicentro de la COVID-19 en Estados Unidos y a nivel mundial, anunció este domingo que el coronavirus ha causado 4 mil 159 muertes y 122 mil 031 contagios, mientras las autoridades advertían de que esta semana el país vivirá un duro “momento como el de Pearl Harbor, como el del 11-S”.
El gobernador del estado, Andrew Cuomo, declaró que Nueva York podría haber llegado ya al momento más elevado de los contagios, aunque advirtió que, en vez de una reducción de las muertes y los casos, lo que se podría producir es una “plataforma” con un periodo registrándose cifras elevadas de muertos.
“Todos estamos viendo una película, todos estamos esperando a ver la siguiente escena porque según se desarrolla la película se empieza a entender la historia cada vez mejor”, dijo Cuomo explicando que se necesita que pasen varios días para saber en qué momento se encuentra la expansión del coronavirus.
En su rueda de prensa diaria, Cuomo recordó que todos los hospitales y redes sanitarias públicas y privadas de la región que gobierna trabajaban ahora de manera conjunta, para repartir suministros y recursos y enviar enfermos de unos centros a otros para aliviar la presión en las zonas más afectadas, y pidió a las autoridades federales que hicieran lo mismo a nivel nacional.
“Todo el mundo habla de las reservas (médicas) del Gobierno federal, pero no hay suficiente en las reservas federales para ayudar a Nueva York y a Ilinois y Texas, y Florida y California... Simplemente no es una opción. La única opción que veo es un despliegue nacional -todo el mundo dice que estamos en tiempos de guerra, estamos en guerra y el virus es el enemigo-” dijo Cuomo.
El gobernador, que agradeció al estado de Oregón el envío de 140 ventiladores, pidió que se ayudara hoy a Nueva York para enviar recursos después al lugar más afectado por la pandemia.
“Lo mismo que estamos haciendo en Nueva York en un microcosmos, cambiando recursos del Bronx a Queens o a Nassau hay que mover los recursos nacionales”, subrayó.
Mientras tanto, desde Washington, el director general de salud pública del Gobierno estadounidense, Jerome Adams, aseguró en una entrevista a la cadena de televisión Fox News que esta “va a ser la semana más dura y triste de las vidas de la mayoría de los estadounidenses”.
“Este va a ser nuestro momento (similar al) de Pearl Harbor, al del 11-S, solo que no va a estar concentrado en un mismo sitio. Va a ocurrir por todo el país”, agregó.
El principal epidemiólogo del país, Anthony Fauci, confirmó a la cadena CBS News que la próxima “va a ser una mala semana”, pero confió en que “en el plazo de una semana, quizá un poco más, se empiece a ver un aplanamiento de la curva y un descenso”.
Fauci matizó que no se puede decir que EE.UU. tenga la crisis “bajo control, porque eso sería una declaración falsa”, pero opinó que las medidas para contener los contagios, con más del 90 % de la población bajo órdenes de quedarse en casa, “están funcionando claramente”.
Menos prudente se mostró el presidente de EE.UU., Donald Trump, que en una rueda de prensa a última hora de la tarde volvió a expresar su voluntad de que el país vuelva a la normalidad cuanto antes y aseguró que ya ve “la luz al final del túnel”.
Trump explicó que para el martes habrán llegado unos 3.000 militares médicos y enfermeras a Nueva York y sus alrededores, y que se está acelerando el envío de respiradores a Nueva Jersey, Illinois o Luisiana.