Pablo Colón, un hispano de 35 años, residente en el Sur de Florida, mató a su esposa, a su suegra, y a una de sus hijas, antes de cometer suicidio.
El crimen ocurrió en la casa de la familia en Pembroke Pines, y las fallecidas fueron Sandra Colón, de 36 años, Olga Álvarez, de 61, y una de las hijas de la pareja, de tan solo 3 años, informaron medios locales.
El Departamento de Policía de la localidad, explicó a la prensa que habían recibido una llamada del propio hombre, que amenazaba con matar a su familia y luego suicidarse.
Oficiales se presentaron en la escena pero ya todos habían muerto, excepto la otra hija de la pareja, que logró sobrevivir. Las cuatro personas muertas en la casa fueron víctimas de heridas de balas. Y la única sobreviviente de la tragedia fue llevada a un hospital, pero fue dada de alta poco después.
Pablo Colón trabajaba instalando y reparando equipos eléctricos, precisó un reporte de la cadena Telemundo51.
En enero de este año otro hombre de Florida fue arrestado y acusado de asesinato en primer grado por la muerte de sus padres y su hermano.
Grant Amato, de 29 años, robó a su familia uno 200 mil dólares antes de asesinarlos. El dinero era presuntamente para enviárselos a una mujer en Bulgaria, a la que había conocido a través de un sitio web para adultos, según el reporte policial citado por medios de prensa.
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Los cadáveres fueron encontrados en la vivienda de la familia en Chuluota, al centro de Florida.
Durante los interrogatorios, Amato dijo que sus padres descubrieron “su adicción a las páginas pornográficas en internet”, y “le habían dado un ultimátum: o realizaba un programa de prevención de adicción al sexo o abandonaba la vivienda”, refiere Diario Las Américas en su reporte del caso.
Los padres finalmente echaron de la casa a Grant Amato, y al día siguiente, los cuerpos fueron hallados sin vida, con heridas de bala compatibles con una “ejecución”.
Asimismo, en abril último, el ciudadano Yuniel Martínez fue arrestado por la Policía de Palm Beach, por el asesinato de su novia y sus dos cuñados. El hombre, que llamó él mismo al 911 y esperó a los agentes en el lugar de los hechos, alegó que lo hizo “en defensa propia” porque se sintió “abusado”, luego de que “le pidieran dinero y lo botaran de la vivienda”.
De acuerdo con el informe de la policía, el cuerpo de la mujer fue hallado boca abajo en el estacionamiento de la vivienda, con un disparo en la cabeza. Dentro de la vivienda, hallaron el cuerpo inerte de uno de los cuñados de Yuniel, y el otro cuñado fue encontrado dentro de la tina de baño, igualmente con muestras de haber recibido disparos.
“No hay evidencia que sostenga que el hombre actuó en defensa propia”, dijo entonces Joe Piatchek, uno de los investigadores del caso.