Carlos Giménez se opone a que prisioneros de Guantánamo lleguen a Florida

El cierre de la cárcel de Guantánamo podría ser inminente, así como el traslado de los 40 reos que permanecen allí, luego de que la Casa Blanca dijera públicamente que deseaba clausurar la famosa prisión.
Cárcel-Guantánamo
 

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El congresista cubanoamericano Carlos Giménez mostró su desacuerdo con que los prisioneros de la Base Naval de Guantánamo terminen en la Florida luego de que se cierre la cárcel en ese enclave militar estadounidense.

Giménez (republicano, Florida) envió este 17 de febrero una carta al presidente Joe Biden para que las dos cárceles federales de Florida, situada una cerca del Zoológico de Miami y la otra en el complejo de la Corte Federal en el centro de la ciudad, sean eliminadas de cualquier lista de posibles destinos para prisioneros que esté preparando la Casa Blanca y el Buró Federal de Prisiones.

“Podría convertirnos en un objetivo innecesario, el sur de Florida, especialmente si están retenidos aquí. Los animo a que no los traigan. Pero si ese es su deseo, por favor no los pongan aquí en el sur de Florida”, declaró.

Las dos instalaciones son las más cercanas a Guantánamo y esa es una de las razones por las que Giménez quiso salir frente a esta posibilidad. Al parecer, el servicio de prisiones busca hacer más corto y expedito el traslado a una instalación próxima.

Eric Spears, presidente del sindicato en una de las instalaciones federales, le dijo a NBC 6 que sus miembros tampoco quieren que los prisioneros estén en Florida porque los trabajadores ya están ocupados.

¿Qué será de la famosa cárcel en Guantánamo?

 

Biden quiere cerrar la icónica prisión antes de que termine su mandato, según declaró el viernes un portavoz de la Casa Blanca. El demócrata asume así una promesa de campaña de Barack Obama, que este último nunca pudo cumplir por falta de acuerdo con el Congreso.

Durante su campaña presidencial de 2016, Donald Trump había mostrado su voluntad de mantener abierta la prisión de Guantánamo y “llenarla de malos”. Una vez en su cargo mantuvo esa postura.

La cárcel todavía alberga a unos 40 detenidos, 26 de los cuales son considerados demasiado peligrosos para ser liberados, pero no han sido sometidos a procesos judiciales. Los primeros veinte detenidos llegaron allí el 11 de enero de 2002, tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

En lo más fuerte de su actividad, 780 personas estuvieron detenidas en Guantánamo por sus presuntos lazos con Al-Qaeda y los talibanes. Centenares de ellos fueron luego liberados o transferidos hacia su país natal o terceros países.

 

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