Mientras en todo el estado de Florida y en el mundo, los templos religiosos buscan alternativas tecnológicas para oficiar sin llenar sus locales para prevenir el coronavirus, en Tampa un pastor evangélico seguía sin respetar las sugerencias de las autoridades y hasta de la Organización Mundial de Salud.
La iglesia “The River at Tampa Bay”, en la costa este de Florida, continuó realizando sus servicios en un templo lleno de personas, e incluso el domingo transmitió en vivo por sus redes sociales.
“Ninguna plaga se acercará a tu morada, ningún arma se formó contra ellos”, dijo Rodney Howard-Browne al comienzo del sermón, citando la Biblia.
El pastor, desafiante de las autoridades y del coronavirus dijo el domingo por la mañana que “están tratando de golpearme (…), pero no somos un servicio no esencial”, aludiendo a las actividades permitidas como los servicios médicos, la policía y algunas de suministros, que no se han cortado.
Afirmó que la iglesia está “cubierta por la ley”.
“De repente somos demonizados porque creemos que Dios sana, que el Señor libera a las personas y nos hace parecer una especie de ladrones”, dijo Howard-Browne.
Luego de las publicaciones en redes, las redes y oficinas del gobierno ardieron de llamados de ciudadanos indignados con las peligrosas congregaciones.
La Oficina del Alguacil del Condado Hillsborough se involucró tras las diferentes quejas sobre que los feligreses no estaban acatando las pautas de distancia social de 6 pies establecidas por los CDC, ni la orden de “Más seguro en el hogar”, establecida por el condado.
Chad Chronister, el alguacil, dijo que una vez se enteró del servicio religioso decidieron hacer todo lo posible para detenerlo y poner a salvo a las diferentes familias que se encontraban en el lugar.
La oficina del alguacil afirmó que enviaron oficiales a la iglesia durante la noche del domingo, donde colocaron un cartel pidiéndole a la gente que siguieran las pautas de distanciamiento social. Sin embargo, feligreses llenaron el estacionamiento del lugar.
Según las autoridades, desde el domingo “los abogados de la iglesia están en contacto directo con los abogados de la Oficina del Alguacil del Condado Hillsborough. Estamos trabajando para determinar cómo se puede lograr el cumplimiento para mantener al público seguro en estas condiciones extraordinarias, y esperamos resolver este asunto rápidamente”.
La policía fue enfática en que la iglesia “está infringiendo las normativas impuestas por el gobierno federal y local para prevenir el coronavirus”.
Al parecer, no llegaron a un acuerdo, pues el lunes el pastor Ronald Howard-Browne, de 58 años, fue arrestado por “reunión ilegal” y por “violar las órdenes de aislamiento” al celebrar los dos servicios con cientos de personas el domingo en la ciudad de Tampa.
El pastor “ignoró intencionada y repetidamente las órdenes de autoridades de salud locales y estatales, poniendo a su congregación y a nuestra comunidad en peligro”, escribió en Twitter el alguacil del condado de Hillsborough, Chad Chronister.
Howard-Browne, un ferviente seguidor del presidente Donald Trump, no cree en la gravedad de la enfermedad, acusó a la prensa de instigar “odio y fanatismo” y considera que su iglesia debe permanecer abierto durante la crisis.
Tras la orden de arresto, el pastor se entregó y fue liberado en menos de una hora, pero luego de pagar una fianza de 500 dólares.
Las órdenes del condado y del gobernador requieren que las reuniones, incluidas las celebradas por organizaciones religiosas, sean menos de 10 personas para limitar la propagación de la COVID-19.