A inicios de la cuarentena, debido a la COVID-19, los expertos predecían que el encierro conduciría a un “baby boom” el próximo año, pero a las pocas semanas para muchos fue evidente que una pandemia mundial no era en realidad el mejor afrodisíaco.
El anuncio de una crisis económica, la recesión soplándote en las espaldas, el desempleo, y el estrés adicional de no saber cuándo acabaría todo, terminó por demostrar lo contrario.
Según una investigación realizada por OnBuy, casi la mitad de las parejas que se aislaron juntas dijeron que tenían menos relaciones sexuales desde que comenzó el confinamiento. La encuesta a 1360 personas de entre 18 y 45 años también encontró que el 41% de las mujeres no estaban contentas con su vida sexual, mientras que el 60% creía que era necesario darle más vida a la sexualidad con su pareja.
Mientras tanto, las ventas de condones cayeron dramáticamente debido a que menos personas tienen relaciones sexuales durante el encierro, según Durex.
"El distanciamiento social está afectando negativamente las ‘ocasiones íntimas’”, dijo Laxman Narasimhan, director ejecutivo de Reckitt Benckiser, la compañía propietaria de la marca de condones.
Narasimhan afirmó que las personas estaban teniendo “significativamente” menos sexo que antes del confinamiento y que incluso las parejas establecidas parecían tener menos relaciones sexuales debido al “aumento de la ansiedad”.
Es una teoría que se sostiene, según "Todo esto nos atormenta y la psiquis y el cerebro de repente deben poder volcarse en una sucesión de encontrarse a uno mismo. El sexo pasa a un segundo plano. No porque uno no quiera, sino porque no podemos concentrarnos en la búsqueda del placer, con un otro o con uno mismo”, dijo la especialista Florencia Salort.
La depresión y la ansiedad tienen un efecto negativo sobre la libido; algunas personas también están sin trabajo y el desempleo puede afectar el deseo sexual.
“Para todos es todo un tema. Nunca estuvimos tanto tiempo solos o con otras personas, nos empezamos a mirar de otra manera, tenemos miedo, pánico y al mismo tiempo nos bombardean con cosas que al parecer hay que hacer: charlar con amigos, hacer ejercicio, encontrarse con uno mismo y pensar en positivo”, explicó Salort.
"No hay suficiente distancia”, dicen los especialistas, y además de eso, nos estamos perdiendo los aspectos de sentirse bien al salir y ver amigos.
Para Walter Ghedin, médico psiquiatra y sexólogo “el encuentro amoroso sexual precisa alejarse por un momento de las preocupaciones para focalizarse en el contacto erótico, si se instala en miedo, la capacidad para disfrutar estará disminuida”.
Mientras el experto en sexo Alix Fox, escritor y locutor que actúa como asesor de guiones para la serie “Sex Education” de Netflix, está de acuerdo en que muchos descubrieron que sus impulsos sexuales cayeron en picada durante la cuarentena debido al estrés.
“Preocuparse por la salud y el bienestar de los seres queridos, la inestabilidad financiera, la inseguridad laboral y bueno, la agitación global total y el pánico pandémico no es exactamente un afrodisíaco”, aseguró Fox.
El sexo es en parte físico y en parte mental, por tanto todo lo que afecte nuestra mentalidad, afectará nuestras relaciones amorosas.