La compañía farmacéutica británica AstraZeneca comenzó la producción masiva de su vacuna contra la COVID-19, aun cuando no hay total seguridad de que el nuevo medicamento sea efectivo contra el coronavirus SARS-CoV-2.
De todos modos, en septiembre AstraZeneca espera repartir cientos de millones de dosis de su vacuna experimental AZD1222. Actualmente la compañía elabora el medicamento en fábricas de la India, Oxford, Suiza y Noruega.
La farmacéutica con sede en Cambridge también pretende distribuir cientos de millones de dosis de la vacuna este año y al menos 2000 millones a mediados de 2021, precisaron varios medios internacionales.
Según la propia compañía, sus laboratorios producirán 400 millones de dosis para los Estados Unidos y 100 millones para el Reino Unido.
Recientemente la agencia de noticias EFE citó al periódico The Times y aseguró que la posible vacuna contra la COVID-19 será probada en Brasil por el nivel de infección en ese país y a fin de determinar su eficacia.
Expertos del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford empezaron a desarrollar la vacuna el pasado mes de enero en chimpancés, y actualmente están trabajando en las fases clínicas.
Ante la disminución de los casos de coronavirus en el Reino Unido, los científicos necesitan un lugar con más alta infección del virus para demostrar si es o no efectiva.
El consejero delegado de la farmacéutica AstraZeneca, Pascal Soriot, cuya empresa ha llegado a un acuerdo con Oxford para fabricar eventualmente millones de dosis, dijo al citado periódico que el mayor problema ahora es que "la enfermedad está bajando", por lo que "están buscando el mal en muchas partes del mundo"..
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Soriot adelantó que se podrá saber el próximo agosto si la vacuna en la que trabaja Oxford es eficaz.
"Pero, una vez más, quiero recordar a todo el mundo que dependemos de algo que no podemos controlar, que es el nivel de infección", agregó el directivo.
La Universidad de Oxford también lleva a cabo pruebas clínicas en las que participan 10 000 voluntarios del Reino Unido.
"Esta pandemia es una tragedia global y es un desafío para toda la humanidad. Necesitamos derrotar al virus juntos o continuará causando un gran sufrimiento personal y dejará cicatrices económicas y sociales duraderas en todos los países del mundo. Estamos muy orgullosos de colaborar con la Universidad de Oxford para convertir su trabajo innovador en un medicamento que se pueda producir a escala mundial", también aseguró Soriot.
"Nos gustaría agradecer a los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido por su apoyo sustancial para acelerar el desarrollo y la producción de la vacuna. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que esta vacuna esté disponible de forma rápida y amplia", también afirmó el directivo