Vecina de Luyanó alerta sobre inminente derrumbe de su vivienda

El baño está en pésimo estado, la peor habitación del apartamento. Dios quiera que no haya nadie en los bajos cuando se derrumbe, dice María Elena
 

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María Elena Chapotín, vecina de Tamarindo 35, entre 10 de octubre y Rabí, en Luyanó, se ha quejado a todas las instituciones por el peligro de derrumbe de su vivienda, que descansa sobre una viejas estructura a punto de colapsar.

Salió en los medios cuando el caso de su hija, que tiene una condición que es única en Cuba, fue denunciado y las autoridades tomaron cartas en el asunto. Le dieron un apartamento a su hija en un edificio, pero ella continua en su vivienda de Luyanó, con peligro inminente de que la estructura se vaya abajo en cualquier momento.

“Dios quiera que no haya nadie en ese momento en casa de Pedro (el vecino de los bajos), porque de seguro habrá un muerto. Yo tengo un núcleo de seis personas y se lo digo a todos: ojalá que cuando esto se derrumbe no haya nadie en el baño, porque el baño por la humedad, va a ser el primero en derrumbarse”.

María Elena Chapotín cuenta que por su casa han pasado comisiones y periodistas, pero todo sigue igual. Vivienda hace 4 años lo declaró inhabitable, pero no vinieron más. Dice que se quejó hasta en Radio Martí, denunciando su caso y el peligro de uno o más fallecidos cuando ocurra el derrumbe.

“¿Están esperando que esto suceda para darnos casa? En el edificio que le dieron a mi hija hay cuatro apartamentos vacíos. Tres familias necesitadas rompieron el llavín y se metieron. Están viviendo allí desde octubre y nadie le ha dicho nada. Todos me dicen que me vaya de aquí y me meta en el apartamento que queda vacío, pero no, quiero ir por los canales establecidos”.

“El edificio donde vive ahora mi hija Mercedes, fue el único que Díaz-Canel no inauguró, porque no estaba terminado. El apartamento está bueno y amplio, pero ya hay filtraciones en el baño y humedad en las paredes. No se puede usar el tanque del inodoro porque los plomeros no pusieron el latiguillo y tuvimos que clausurarla”.

El barrio de Luyanó estuvo en la ruta de recorrido del tornado de enero pasado; según cuentan, la vivienda de María Elena se bamboleó. Ella advierte el peligro de derrumbe y quiere prevenir un muerto; espera que su denuncia llegue y se multiplique para ver si por fin le dan la solución a su caso.

ADN ha seguido durante las últimas semanas casado parecidos al de María Elena. Por ejemplo, el de Yahaira Diéguez Naranjo, una niña que padece una rara enfermedad neuropatía sensitiva autonómica hereditaria tipo IV, el único caso de su tipo en Cuba.

Yahira necesita de tratamiento, medicamentos y condiciones de vida especiales; entre ellas una vivienda en buen estado constructivo, limpia y con climatización, pero la de su familia no cumple con esos requisitos y el Estado no ayuda en ese sentido.

 

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