En la última década llegaron a Cuba 29.948 millones de dólares en remesas en efectivo y otros 27.321 millones de dólares en mercancías enviadas por cubanos residentes en el exterior, principalmente desde Estados Unidos, asegura un informe de la consultora The Havana Consulting Group (THCG), con sede en Miami.
La suma indica que entre 2008 y 2019 entraron a la isla un total 57.269 millones de dólares, señaló THCG, que considera las remesas como "el principal activo financiero de la economía cubana", según reporte del portal CiberCuba.
Solo en 2018, la suma de ambos tipos de envíos habría sido de unos 6.500 millones, dijo la consultora, pero advirtió de una posible "desaceleración" en los próximos meses.
"La escalada que han tenido las sanciones de Estados Unidos en el primer trimestre de 2019 hace pensar que en el futuro próximo las remesas a Cuba podrían sufrir una fuerte desaceleración de su crecimiento, lo cual agravaría aún más la crisis de la economía cubana", explicó THCG en su informe.
Esto complicaría a un más la situación económica cubana, ya afectada por la crisis Venezolana y la reducción de los envíos de petróleo del país sudamericano.
"La mejor arma que tiene Cuba para contrarrestar la crisis venezolana es su diáspora", señaló The Havana Consulting Group. "Las remesas se han convertido en el soporte financiero que ha evitado el colapso económico del país", añadió.
"No solo su volumen supera de forma conjunta el valor de los siete rubros exportables más importantes de la economía del país (turismo, productos de minería, azúcar y sus derivados, medicamentos, productos del mar congelados, tabaco y productos agropecuarios), sino que aportan el 50,8% de la fuente de ingresos de la población cubana", argumentó.
THCG calcula que actualmente los ingresos de remesas (en dinero y mercancías) tienen más peso en la economía del país que el total del intercambio comercial conjunto de Cuba con Venezuela y China, de unos 4.200 millones anuales.
Para su análisis, THCG tuvo en cuenta, además de los envíos de dinero y mercancías, los pagos de recargas telefónicas, internet y otras utilidades.