Pese a que el régimen cubano insiste en que la agricultura debe convertirse en la principal fuente de alimentación de la población, sobre todo ahora en tiempos de la pandemia de la COVID-19, el país sigue siendo deficitario en la materia y los propios funcionarios reconocen que no se están alcanzando las metas de siembra en algunos rubros.
El diario Guerrillero informó este lunes que respecto a la siembra de cultivos varios, el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, detalló que hasta el cierre del 20 de abril apenas se había logrado cumplir el plan a un 56%.
El funcionario dijo que el atraso se ha debido los efectos de la sequía, pues los campesinos esperan las primeras lluvias de la época de primavera para lograr mejores resultados en el surco.
La afirmación de Gustavo Rodríguez Rollero se dio durante una reunión, el pasado viernes, sobre las perspectivas de la agricultura en el país y del Programa Alimentario, encuentro que fue encabezado por el número uno del régimen, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, así como por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz.
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Según Guerrillero, Díaz-Canel subrayó la importancia de desterrar la mentalidad importadora en nuestras maneras de hacer, porque “no deja pensar y acomoda”, según el reporte de Guerrillero.
Sin embargo, datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), señalan que Cuba dedica 1,734 millones 800 mil dólares para la importación de alimentos, lo que constituye entre el 15 y el 19% del total de las importaciones del país.
El sector agropecuario del país no tiene aún un peso importante en la alicaída economía nacional.
“El sector agropecuario, que cuenta con cerca de un millón de trabajadores (el 20% del total de cinco millones de cubanos empleados), solamente aporta al PIB un 3,6%.”, señala la FAO, en un perfil sobre la agricultura en la Isla.