Régimen reconoce que desterró a Karla Pérez por razones políticas

El gobierno cubano reconoció su naturaleza dictatorial al sólo esgrimir motivos políticos para el destierro al que sometió a la joven periodista Karla Pérez
Yadira Jiménez Roig, directora de Comunicación e Imagen del Minrex
 

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El régimen cubano reconoció este viernes que desterró a la joven periodista Karla Pérez, quien se vio obligada a solicitar refugio político en Costa Rica, por razones políticas y no por incumplimiento de algún requisito legal.

En conferencia de prensa desde el Centro de Prensa Internacional de la Cancillería cubana, la directora de Comunicación e Imagen de la entidad, Yadira Jiménez Roig, recurrió a calificativos y aseveraciones relacionadas con la oposición política de Pérez al gobierno de la isla para explicar por qué se le impidió ingresar al país.

“Esta ciudadana es emigrada cubana, con varios años fuera del país. Son conocidos sus estrechos vínculos con Eliecer Ávila y otros personeros. Ella es un instrumento, no es la primera vez que la utilizan en este tipo de tácticas para acciones fuera de la ley y desestabilizadoras contra Cuba”, afirmó la funcionaria, sin ofrecer prueba alguna.

“Ahora sencillamente pretenden reinstalarla en el país en función de propósitos subversivos. No fue casual su estancia en Costa Rica, donde hay elementos y grupos que mantienen relación con grupos violentos en Miami”, agregó.

Desde el punto de vista de Jiménez Roig y el sistema político al que representa –que niega su naturaleza dictatorial y gusta de definirse como una democracia-, negarle la entrada a una ciudadana cubana que no comulgue con el régimen es un acto de legítima defensa.

“En Cuba existen como en todos los países leyes migratorias, que establecen regulaciones en el marco legal y que rigen la acción de las autoridades migratorias. Tenemos el mismo derecho que cualquier otro país a defendernos”, aseveró.

La funcionaria refirió lo acontecido la víspera en torno a Pérez como un “montaje mediático” que sigue los “manuales de desestabilización” de la CIA y Estados Unidos. 

Como elemento de prueba invocó el hecho de que ADN Cuba y otros medios hubieran hecho una cobertura inmediata y amplia del suceso, y de que reporteros independientes se hubiesen personado en la sede de la Cancillería, en busca de información.

Un refugio obligado

La periodista Karla María Pérez, quien quedó varada en Panamá luego de que las autoridades de Cuba le impidieran entrar a la isla, regresó a San José en la noche del jueves y esta jornada continuaría el proceso de refugio político.

Tras concluir sus estudios en la Universidad Latina de Costa Rica, Pérez había planificado volver a la isla para reunirse con su familia y seguir realizando su labor de reportera y editora de ADN Cuba. Sin embargo, en el aeropuerto de Tocumen —escala antes de aterrizar en La Habana—, mediante un audio enviado a los directivos de Copa Airlines, un funcionario del régimen advirtió a la aerolínea que la joven de 22 años no podía regresar a Cuba.

“Luego de varias horas de incertidumbre en Panamá, me comunicaron las autoridades de migración panameñas que yo sí podría abordar el vuelo de regreso a Costa Rica y llegué aproximadamente a las 9 y media de la noche”, dijo a esta revista.

“Ya me estaban esperando el director de la Unidad de Refugio de Costa Rica y otras autoridades del país, para atender mi caso. Consideraron que se trataba de un tema urgente, un tema humanitario”, contó este viernes, algo más calmada luego de un día que define como “pesadilla”.

Inmediatamente que se bajó del avión, comenzó los trámites para la solicitud de refugio. “Era la opción que me quedaba aquí, yo clasificaba para ese trámite: además de mi expulsión hace cuatro años de la universidad (cubana), ayer la Seguridad del Estado y el régimen cubano escalaron a un paso superior y me desterraron de mi país”.

La joven refirió que el jueves “prácticamente era una apátrida, no tenía hacia donde ir”, por lo que está “muy agradecida con las autoridades de Costa Rica”. “Se hizo el proceso rápidamente, en unas oficinas del aeropuerto Abel Santamaría de San José, y ya soy formalmente solicitante de refugio aquí”, explicó.

 

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