A pocas horas de celebrarse la esperada Navidad, los cubanos buscan sus posibilidades, aprovechando las ofertas de los cuentapropistas y vendedores estatales, cada una con sus particularidades.
Mientras el Estado ofrece sus servicios al por mayor, muchas veces olvidando la realidad del ciudadano común, en CUC y a veces en CUP, los privados se aprovechan del “bache”, ganándole en calidad y calor humano.
Inmensas colas que amenazan con convertirse en infinitas, nacen y se multiplican en las calles que trazan y forman la ciudad de Santiago de Cuba, réplica de lo que va aconteciendo en cada rincón del país.
El jabón de lavar, desaparecido de las tiendas, regresó ahora y provoca que se llenen las aceras y entradas de locales por su necesitada demanda. Carne de cerdo, pollo en todas sus opciones, cerveza, refresco, confituras, están en las carteleras de la mayoría de los establecimientos.
Los niños juegan, corren, disfrutan en los espacios públicos y montan aparatos habilitados para su entretenimiento. La música de todo tipo ambienta y envuelve a los que acuden a disfrutar de las sabrosas caldosas o se sienta tranquilamente a ver, a conversar y tener al menos un breve momento de alegría cuando ya el 2019 se despide.
Están los que tienen la posibilidad de disfrutar de las opciones sin pensar en sus limitaciones económicas y los que ven estas ofertas, con ciertas rebajas en escasos sitios, como la única posibilidad de suplir sus necesidades para celebrar la Navidad dentro de sus posibilidades.
Maromas para “resolver” antes que vuelva todo a la normalidad y comiencen otra vez a desaparecerse los productos. Aprovechar los regalos de los “reyes magos” para la ciudad y su gente. Es la realidad en esto días en víspera de la Navidad y la celebración por la cercanía del Año Nuevo.