Un comunicado del Departamento de Ciudadanía e Inmigración de EEUU (USCIS) publicado este martes alerta de que a partir de ahora los extranjeros admitidos en territorio estadounidense con petición de asilo no serán automáticamente beneficiados con el derecho a trabajar.
Los extranjeros solicitantes de asilo que reciban un parole o sean puestos en libertad condicional en Estados Unidos bajo la Ley de Inmigración y Ciudadanía (INA) por razones humanitarias de urgencia o de beneficio público significativo no tienen el derecho recibir un permiso de trabajo", indica el documento.
El organismo federal precisa que se evaluará cada caso particular, teniendo en cuenta todos los factores involucrados para la posible concesión discrecional de la autorización de empleo .
El USCIS dice también que implementará una guía para que los funcionarios de inmigración evalúen factores “positivos” y “negativos” para la adjudicación del permiso de trabajo, como los antecedentes criminales y las deportaciones previas.
El comunicado dijo que la decisión se implementó en “respuesta a la emergencia nacional en la frontera sur”.
La agencia añadió que es necesario perfilar "las prácticas de adjudicación de USCIS” y que sus funcionarios deben recibir más orientación en el uso de la capacidad para otorgar o rechazar el permiso de trabajo.
La medida constituye otra vuelta de tuerca en la política migratoria del presidente Donald Trump y afecta a todas las peticiones de asilo en Estados Unidos, incluyendo a los solicitantes cubanos que lograron entran a Estados Unidos tras presentar su petición de "miedo creíble" ante las autoridades en un punto fronterizo y han recibido un parole para esperar por su audiencia de asilo
Estadísticas oficiales aseguran que más de 18,000 cubanos han presentado su caso ante funcionarios de inmigración en la frontera sur durante el presente año fiscal, que comenzó el pasado 1ro de octubre. Desde finales de junio, un acuerdo entre los gobiernos de México y Estados Unidos permite registrar las peticiones y enviar a los solicitantes de vuelta a territorio mexicano mientras aguardan por su cita en la corte de inmigración.