* Por Javier Moreno
Miembro de la Sociedad Rastafari de Cuba, y del Movimiento San Isidro, “El Rasta”, como le dicen con cariño a Ras Sandino, es un hombre sencillo, apegado a la familia y con grandes valores humanos, súmenle su forma de plasmar lo que piensa a través de su lírica y como comparte con vecinos y quien lo escuche cuestiones sobre la cultura Rastafari.
“El proyecto Afrovida, persigue mantener y dar continuidad a la cultura Rastafari y todo aquello que pueda enriquecernos como entes individuales y colectivos. Dentro de lo posible, hacemos conciertos de música Hip Hop, y Reggae y queremos incluir también poesía africanista o de raíces africanas y poesía en general. El movimiento Rastafari surge proponiendo una vuelta a África para los descendientes de aquellos esclavos que fueron traídos en contra de su voluntad a América”— contó Sandino a ADN CUBA.
“Todo el mundo sabe que el Rastafari en Cuba no es bien mirado, que hay muchos prejuicios con esto”— añadió.
“El proyecto Afrovida surgió en el 2005, yo provengo de “Estudiantes Sin Semilla”, un grupo de reggae, y en un primer momento nuestro objetivo se enfocaba en promover la música Reggae y su filosofía de vida, apoyábamos al piquete d’Omni y “Poesía sin fin”, y nos presentábamos en espacios públicos, pero nos dimos cuenta que los espacios públicos tenían mucha censura, y decidimos empezar a dar nuestros conciertos aquí, en mi casa”.
- ¿Cómo reaccionan normalmente en el barrio a las actividades del proyecto?
“La reacción de los vecinos fue un poco reservada al principio, imagínate, poner bafles en un apartamento y que cantaran música en vivo no era lo común, pero poco a poco aceptaron el hecho y en la actualidad interactúan con los artistas que vienen, se hacen nuevas amistades, nuevas relaciones y todo funciona”.
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- ¿Hay algún apoyo por parte de las instituciones cubanas?
“Prácticamente no les importa, ellos ven esto como algo irrelevante, una vez, creo que en el antepenúltimo concierto que hicimos, una señora llamó diciendo que representaba a Cultura y que si íbamos a hacer el concierto en el espacio público nos apoyaría y que qué nos hacía falta, pero sospechamos que detrás estaba la Seguridad del Estado para ver lo que haríamos y buscar la forma de controlarlo. Una cosa curiosa, en el último concierto, nos dimos cuenta de cuanto molestamos al sistema cuando un tal Santos, Capitán de la Seguridad del Estado, vino a dejar claro que no iban a permitirnos salir al espacio público”.
- ¿Cómo ves el futuro de Afrovida en Cuba?
“Queremos promover la cultura desde la cultura Rastafari, y todo lo que incentive a la reflexión será bien recibido. En nuestro espacio no tenemos censura y los artistas pueden concebir sus discursos desde una mirada crítica hacia la realidad.
El futuro la vemos con optimismo, el proyecto crecerá y seguiremos dando lata. En nuestro último concierto tuvimos como invitado a Damon Turner, miembro del movimiento Black Lives Matter, en los Estados Unidos, y habló de ese movimiento prácticamente desconocido en Cuba y de temas que nos interesan también aquí; o sea que nuestro proyecto incluye el conocimiento. Que el público interactúe con los artistas es una de nuestras prioridades.
Luego de la campaña contra el Decreto 349 hemos sido afectados, pues artistas que antes nos apoyaban ya no lo hacen por temor, aunque otros han ocupado su lugar y aquí seguimos”.