El popular artista de género urbano conocido como El Chacal intrigó este fin de semana a sus seguidores con la posibilidad de haber contraído matrimonio, aunque al parecer todo se trató de una broma y una alusión a su venidero videoclip, el cual se estrenará el 31 de julio.
“¿Me caso o no me caso? Díganme ustedes qué hago”, escribió el artista en su perfil de Instagram, donde posteó una foto en la que se ve engalanado junto a una bella novia, como si estuvieran contrayendo nupcias.
La imagen y la pregunta motivaron numerosas reacciones y comentarios de seguidores y colegas, especulando con la idea de que El Chacal se habría casado o de que era una broma a partir de una promoción indirecta a un venidero video. Esta última idea, la de mayor acogida, finalmente parece haber sido el verdadero sentido de la publicación.
Cinco horas después de ésta, el propio artista posteó un breve video con el mismo traje, en el que camina hacia la cámara y va haciendo varias expresiones de ironía y juego, como complemento a un texto en el que deja claro que era broma:
“Pensándolo bien… ¿En serio pensaron que me casaría? Esperen video nuevo el 31 por mi canal de YouTube”, escribió junto con emojis de diversión y risa.
El Chacal suele generar debates en redes sociales lo mismo por sus creaciones musicales que por excéntricas apariciones y mensajes, algunos dirigidos a otros artistas del género. Últimamente también se han viralizado imágenes suyas con su actual novia, Anisleidys Valdés.
El llamado por muchos “líder del movimiento urbano en la isla”, tiene habituado a sus fans a polémicas publicaciones. A finales del pasado mes inundó sus redes con una foto junto a su despampanante pareja, muy popular por presumir su escultural figura posando en bikini.
En esa ocasión la novia del cantante habanero de 34 años mostró sus curvas con ropa ligera y escotada, pero fue El Chacal quien se llevó el foco de las miradas con una playera que tenía un particular mensaje de “cariño”, contentivo de una de las palabras más empleadas por los cubanos, pero aún considerada como jerga, vulgar o, sencillamente, una “mala palabra”.
