El actor cubano Sirio Soto, más conocido por su actuación en el serial policiaco de la TV Cubana “Día y Noche”, contó en el programa “La Casa de Maka” cómo había sido su exilio en México, donde vive con su familia desde hace más de dos décadas.
Allí explicó que luego de su participación en el filme “Zafiros, locura azul” decidió emigrar a México con su esposa, que estaba embarazada . También relató que las condiciones del viaje no fueron las mejores y que, como el estado de gestación de su esposa era muy avanzado, ella fingió estar obesa para evitar restricciones en el vuelo.
“Yo había visto de niño a muchas estrellas de la televisión cubana que padecían muchas situaciones, le venían a contar a mi padre, pidiendo apoyo, ayuda emocional, no sé. El caso es que tenía esa referencia y pensé que la mejor manera de evitar esa suerte era buscar nuevos horizontes”, contó sobre los motivos que lo llevaron a emigrar.
Soto precisó que llegó a México con la idea de un contrato laboral en el canal Televisa, pero que, al no materializarse, tuvo que empezar de cero en otras funciones que no eran actorales.
“Yo tenía un posible contrato con TV Azteca, una novela que había escrito y ellos conocieron y todo iba muy bien. Era un contrato muy suculento, incluso. Las cosas, cuando no van a ser, no son, y tuvimos que luchar. Pasamos ahí lo que pasa casi todo migrante donde sea”, le explicó a la actriz cubana María Karla Rivero Veloz, presentadora del programa.
El artista añadió que luego incursionó como productor, pero que nunca más ha actuado.
"Para un actor es muy difícil dejar de salir en las cámaras. Yo sabía que tenía que hacer ese cambio, pero es muy difícil y lo tuve que padecer. Pero, bueno, lo asumí, es parte de lo que uno tiene que hacer en la vida", confesó Soto.