La “situación coyuntural” no puede ser un pretexto para no recoger la basura. Ser pobre no es sinónimo de ser puercos...
El residencial Siboney, ubicado en el municipio Playa, al oeste de La Habana, es conocido como el barrio más opulento del país. Antes de 1959 ya lo era, y en fechas más resientes se ha visto repoblado por “nuevos ricos”, diplomáticos e inversores extranjeros, algo que, sumado a las constantes remodelaciones de los inmuebles, la abundancia de vegetación, jardines y otras zonas verdes, produce unos niveles de basura per cápita que no tienen comparación con ningún otro lugar del país.
Según trabajadores de la Empresa de Servicios Comunales, el problema de la basura en Siboney se debe a la falta de camiones, que afecta la frecuencia en la recogida de desechos.
“Ahora con esto de la falta de petróleo solo estamos trabajando lunes, miércoles y viernes. Si antes no dábamos abasto no sé qué nos vamos a hacer ahora, nos va a comer la basura…”— explicó uno de los trabajadores de un camión colector encargado de la recogida de los contenedores.
La cuestión de la baja frecuencia con que pasaban los camiones colectores se había tratado de mejorar incrementando el número de contenedores, de un promedio en los años 2000 de dos por cuadra, hasta un número que ronda los seis en la actualidad.
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A todas estas el principal problema hoy en el residencial Siboney es el incremento de micro vertederos en los días siguientes al anuncio de la “situación coyuntural”, sobre todo porque la carreta encargada de recogerlos ha dejado de pasar. Y no se les puede pedir más disciplina a los habitantes de Siboney, o del resto del país, porque la basura es algo que no puede esperar.
Con un sistema de salud como el cubano, basado en la medicina preventiva, es inconcebible que las autoridades se escuden tras la falta de combustible para no recoger la basura, cuando es sabido que los micro vertederos son criaderos de vectores trasmisores de enfermedades que afectan directamente a los seres humanos, como es mosquito Aedes Aegypti, transmisor de peligrosos virus como el Dengue, el Zika y el Chikungunya.
En un artículo publicado el día 20 de este septiembre en el periódico Tribuna de La Habana, se anunció que “a partir de lo estipulado en la nueva Constitución de la República en relación a alcanzar mayores niveles de autonomía en los territorios, se ha decidido la próxima constitución de empresas comunales en los 15 municipios capitalinos”, según palabras Osmín Abel Camejo Domínguez, vicepresidente del órgano de la administración provincial.
Si bajo la administración del gobierno provincial la limpieza de la ciudad es un verdadero caos, ¿qué puede esperarse cuando quede en manos de los municipios?
Una posible solución a la situación de la basura sería dejarla en manos de cuentapropistas, permitir la creación de cooperativas para este fin, o cederla a la inversión extranjera, pero esto es tan difícil como que Raúl entregue el poder en Cuba por su libre y espontánea voluntad.
*Este es un artículo de opinión. Los criterios que contiene son responsabilidad exclusiva de su autor, y no representan necesariamente la opinión editorial de ADN CUBA.