El presidente cubano Miguel Díaz-Canel anunció hoy que sostuvo conversaciones con los mandatarios de Kenia y Somalia sobre la situación de los médicos cubanos secuestrados por grupos terroristas.
“Intercambiamos sobre el estado actual de las relaciones bilaterales y sobre las gestiones para el regreso seguro a la Patria de los médicos Assel Herrera y Landy Rodríguez. Nuestro apoyo a sus familias”, declaró Díaz-Canel en su cuenta de Twitter.
La última noticia sobre los médicos llegó el 16 de diciembre, cuando autoridades kenianas ratificaron que ambos se encontraban bien y que continuarían los esfuerzos para su regreso seguro. La noticia la difundió la vicepresidenta del Consejo de Ministros de Cuba, Inés Chapman, en un encuentro con la prensa nacional para informar sobre la situación.
Chapman recordó que Landy Rodríguez y Assel Herrera fueron secuestrados el 12 de abril mientras se dirigían en un vehículo al hospital de Mandera, cerca de la frontera con Somalia, por un comando del grupo islamista Al Shabab.
La mayor esperanza es que los secuestradores lleguen al punto en que “el coste de mantener a los rehenes sea superior al de liberarlos y se vuelvan más pragmáticos y razonables”, comentó a la noticiosa española el experto en política en el Cuerno de África y director del instituto Sahan Research, Matt Bryden.
Actualmente hay constancia de otras dos personas directa o indirectamente secuestradas por el grupo yihadista: una enfermera alemana del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) capturada en mayo de 2018 en Mogadiscio y una voluntaria de la ONG italiana Africa, en el condado keniano costero de Kilifi.
Al Shabab, que lucha por instaurar en Somalia un Estado wahabí (la corriente más reaccionaria dentro del Islam sunita), tiene personal médico formado, por lo que aunque use a los secuestrados para trabajar con heridos o enfermos, esa no es la razón fundamental de los secuestros.
Los cabecillas de Al Shabab precisaron exigieron 1,5 millones de dólares a cambio de su liberación, una suma que el Gobierno cubano niega que se haya exigido.