El juicio de Lázara Karenia González Fernández, prisionera política tras el levantamiento popular en Cuba del 11 y 12 de julio pasado, comenzará el próximo 15 de marzo, confirmó su familia.
“¡¡Mi hermana Lázara Karenia González será llevada frente a un tribunal con testigos falsos y amañados!! ¡¡El 15-18 marzo será la única mujer en un grupo de 18 hombres!!”, denunció Kenia Chirino en Twitter, y recordó que el “único delito [de Lázara Karenia] fue manifestarse pacíficamente”.
“Esto es un atropello [,] en Cuba el régimen de Miguel Díaz-Canel viola todos los Derechos Humanos y fundamentales del cubano, expresarse es un Derecho [,] Reprimir es un delito”, agregó en otro tuit.
Lázara Karenia González Fernández, de 29 años, es natural del municipio Cárdenas, en la provincia de Matanzas. Allí fue arrestada por efectivos de la policía y de tropas especiales en las afueras de una tienda.
Su detención arbitraria quedó registrada en un video que expone la violencia de las fuerzas del régimen contra los manifestantes pacíficos. La Fiscalía de Cuba la acusa de los delitos de desorden público, desacato y atentado y solicita para ella una sentencia de ocho años de cárcel.
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Recientemente, las hermanas de Lázara Karenia denunciaron que su familia ha recibido amenazas del padre de Nayalis Correoso Mora, una de las represoras de la manifestante. Kenia Chirino y Kirenia Suárez contaron en exclusiva a ADN Cuba que, tras identificar a Correoso Mora como una de las oficiales que detuvo violentamente a su hermana, estuvieron recibiendo mensajes en Messenger del padre de la represora amenazándolas con tomar la “justicia” por sus manos si continúan exponiendo a su hija.
“Había un mensaje de este señor, amenazándome. Diciendo que su hija no iba a dejar de hacer su trabajo por mis publicaciones, que me atuviera a las consecuencias”, declaró Chirino.
Así, hizo responsable al sujeto de cualquier agresión que pueda sufrir su familia en Cuba, y especialmente su madre, que vive sola pues se encontraba al cuidado de Lázara Karenia González, presa hace más de 200 días.
En agosto pasado, ADN entrevistó a las hermanas que denunciaron, desde Miami, lo vivido por González Fernández.
“El 11J mi hermana estaba en la casa y se entera por las redes sociales de la manifestación. Se unió a las protestas en la calle Real, la principal de Cárdenas, y estuvo frente al Partido Comunista, manifestándose pacíficamente, con su motorcito eléctrico en la mano. Solo hizo escuchar su voz, no agredió ni tiró nada con sus manos, que siempre estuvieron ocupadas”.
Lo anterior fue declarado por Kirenia Suárez, con énfasis en el detalle de la moto eléctrica, porque la detención de Lázara Karenia es justificada por la policía política con una nota –ni siquiera una acusación formal– hecha por una oficial, que señala a la joven manifestante como agresora de las fuerzas del orden.
Los testimonios de testigos recopilados por las hermanas, y una serie de videos en los que puede verse la violenta detención de Lázara Karenia, dan cuenta de una versión de los hechos distinta: varios agentes del régimen, entre ellos tres efectivos de las tropas militares de élite conocidas como “boinas rojas”, la inmovilizaron por el cuello hasta el borde de la asfixia.
Tras el arresto, Lázara Karenia “tenía los ganglios del cuello muy inflamados, hematomas, y no pudo tomar agua ni ingerir alimentos hasta el quinto día [estando] presa”, describió su hermana, que además detalló: “le oprimieron el cuello con la punta de una tonfa. Luego, no le dieron derecho a llamadas, no tuvimos fe de vida suya hasta el día 19 de julio, cuando su abogado pudo ir a la prisión” en Matanzas, a donde la trasladaron sin notificar a sus familiares.
