Ex presos políticos cubanos y activistas de derechos humanos realizaron una vigilia este viernes frente a las oficinas del régimen cubano ante la Organización de Naciones Unidas para honrar a Armando Sosa Fortuny, quien murió esta semana después de cumplir 43 años como preso de conciencia.
Sosa Fortuny escapó del régimen de Castro cuando tenía 18 años y se unió a una misión en el exilio para derrocar al régimen de Castro en 1960, por lo cual fue arrestado y sentenciado a 18 años de prisión en la isla. Cumplió su pena y escapó a Estados Unidos nuevamente, viviendo en los Estados Unidos hasta que se unió a una segunda misión para liberar a Cuba en 1994. Esta vez, fue sentenciado a 30 años de prisión y murió allí el lunes.
Los pocos familiares que visitaron al preso de 76 años dijeron que el régimen de Castro no le ofreció atención médica a pesar del estado avanzado de enfermedad. Las peticiones de arresto domiciliario basadas en su mala salud cayeron en oídos sordos.
El viernes, miembros de la comunidad cubana en el exilio se reunieron frente a las oficinas de Cuba en la ONU para honrar a Fortuny, colocando una corona con su foto en las puertas delanteras del edificio, cantando su nombre y agitando las banderas cubana y estadounidense. El grupo también ondeó una tercera bandera: la bandera de la "estrella solitaria" que los cubanos ondearon en su primera rebelión contra España en 1868, conocida como la bandera de Céspedes o la bandera del 10 de octubre.
“Fue un hombre que se levantó y murió por la libertad de todos. Era parte de algo más grande que él, algo más grande que todos nosotros", dijo el viernes Gus Hernández, un veterano militar de los EEUU.
Orlando Gutiérrez-Boronat, secretario nacional de la Asamblea de la Resistencia cubana, dijo que los activistas se habían unido frente a las oficinas del gobierno cubano para "denunciar la muerte [de Sosa Fortuny], honrar su memoria y pedirle al pueblo cubano que preste atención a su ejemplo y continúe la lucha contra la tiranía".
Gutiérrez-Boronat agregó que a la coalición de exiliados cubanos le gustaría "que el gobierno de Estados Unidos aumente las sanciones contra el régimen de Castro y aísle a Cuba a través de un bloqueo aéreo y naval para acelerar el cambio democráticos en la isla".
El presidente Donald Trump ha extendido políticas destinadas a apoyar los derechos humanos en Cuba, incluido el fin del lucrativo turismo de cruceros a Cuba, que enriqueció al régimen, limitando las excepciones que permiten a los estadounidenses viajar a Cuba y permitiendo a los cubanoamericanos demandar al régimen de Castro por propiedades robadas durante los primeros días de la Revolución Cubana.
Dragos Donalescu Valenciano, miembro de la Asamblea Legislativa de Costa Rica que se desempeña como asesor legal de la comisión de Justicia de Cuba, se unió al grupo de manifestantes en su mayoría cubanos. Justice Cuba es una coalición internacional de abogados de derechos humanos y otros defensores que buscan organizar un juicio al estilo de Nuremberg por los crímenes de lesa humanidad del régimen de Castro. El grupo ha completado su fase de investigación y ahora está buscando un lugar para acusar al dictador Raúl Castro y a sus muchos compinches con crímenes contra la humanidad.