Director de teatro al régimen: “Cuba se nos va”

A propósito de las últimas fugas de atletas reconocidos y de las separaciones familiares que se viven a diario en la isla.
freddy
 

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El director de Teatro del Viento, Freddys Núñez, publicó en sus redes sociales una reflexión a raíz de las últimas fugas de atletas cubanos y de la migración de miles de cubanos, dividiendo a las familias de la isla.

“La campeona mundial de Doha 2019 y medallista de bronce en las olimpiadas de Tokio, Yaimé Pérez, abandonó la delegación cubana en el mundial de Oregón en USA. Jennifer De Jesús Zayas, una hija DEL VIENTO, se despidió anoche en su última función, del público, del teatro y de Cuba”, escribió en su perfil de Facebook.

Núñez agregó que “se nos va Cuba, despacio, pero constante, pronto, muy pronto seremos nada. Tendremos que adorar las glorias pasadas, que con el tiempo serán tan distantes, que puede que muchos duden si fueron verdaderas”.

El artista añadió que le duele que “a nivel oficial parece que no ocurre nada, y si hacen alguna referencia es para culpar a los atletas, para cuestionar a los hijos de esta tierra que escogen partir, a esos confundidos que se van tras cantos de sirenas”.

“Cada cubano que se va se lleva consigo un trozo de nuestra gloria, de nuestra vergüenza isleña. Tal parece que cada hijo de esta tierra que se marcha es material desechable, sustancia radioactiva que hay confinar en el más tortuoso olvido. No más discursos de culpables, no más discursos de justificaciones, no más discursos de resistir, resistir y resistir, no más trincheras, no más extremos”, siguió.

El director de teatro precisó que los cubanos aún “no somos conscientes de la catástrofe, o acaso lo somos, y mirar al lado y hacer como que nada ocurre se ha convertido en la norma. Existe un problema estructural que el orgullo y la soberbia no permite desbloquear”. Añadió que en la isla están aferrados a un pasado que no existe, que murió por autofagia.

A los dirigentes, el director de teatro les expresó que, aunque “ante las cámaras y en público, exhiben su compromiso, a solas o en círculos reducidos reconocen que algo se está muriendo, que algo ha muerto y huele, huele mal”.

“Necesitamos reconstruir el entramado social de este país, otorgar valor a lo imprescindible. Urge aceptar nuestro contexto, ahora diferente y diverso, crear puentes, dialogar sin posturas de fuerza, dialogar sin esa verdad absoluta que creemos tener, dejar a un lado el MALDITO NEGOCIO DEL ODIO; ese negocio tan lucrativo, es el peor causante de nuestro estancamiento, negocio lucrativo en las dos orillas, negocio bochornoso en las dos orillas”, insistió.

“En 23 años de trabajo frente a Teatro del Viento, por primera vez anoche lloré en un escenario, yo que cuido tanto mis lágrimas y mi fuerza, mi control, anoche se fueron al carajo, DEMASIADO DOLOR ACUMULADO, DEMASIADO”, concluyó.

 

 

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