Misofonía: sensibilidad selectiva al sonido

La misofonía una fobia muy común afecta las emociones a través de sonidos tan comunes como masticar. Descubre si eres misofónico.
Misofonía, sensibilidad selectiva al sonido
 

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¿QUÉ ES LA MISOFONÍA?

La misofonía es un trastorno en el que ciertos sonidos desencadenan respuestas emocionales o fisiológicas, que algunos podrían percibir como irracionales dadas las circunstancias. Aquellos que sufren de misofonía podrían describirlo como un sonido que "te vuelve loco". Sus reacciones pueden variar desde la ira y el enfado hasta el pánico y la necesidad de huir. El trastorno a veces se denomina síndrome de sensibilidad selectiva al sonido.

Las personas con misofonía a menudo informan que son provocadas por sonidos orales, el ruido que alguien hace cuando come, respira o incluso mastica, de igual forma, otros sonidos como teclados, el golpeteo de los dedos o el sonido de los limpiaparabrisas. 

De manera similar, las personas con misofonía a menudo reaccionan a los estímulos visuales que acompañan a los sonidos y también pueden responder intensamente a los movimientos repetitivos. 

Los investigadores creen que las personas con misofonía ya pueden tener problemas con la forma en que sus cerebros filtran los sonidos, y una de las características de los “sonidos misofónicos” puede ser su ruido repetitivo, que agrava los otros problemas de procesamiento auditivo; y puede variar de leve a grave. 

CAUSAS

 Para identificar las causas, un grupo de científicos realizaron un estudio a 20 adultos con misofonía y 22 sin ella. Todos calificaron lo desagradable de diferentes sonidos, incluidos los sonidos desencadenantes comunes (comer y respirar), sonidos perturbadores (de bebés llorando y personas gritando) y sonidos neutros (como la lluvia). 

Las personas con misofonía calificaron los sonidos desencadenantes de comer y respirar como altamente perturbadores, mientras que quienes no la tenían no lo hicieron. Ambos grupos calificaron lo desagradable de los bebés que lloran y las personas que gritan casi de la misma manera, al igual que los sonidos neutrales.

Esto confirmó que las personas misofónicas se vieron mucho más afectadas por sonidos de activación específicos, pero no difieren mucho de los demás con respecto a otros tipos de sonidos.

Los investigadores también observaron que las personas con misofonía mostraban signos fisiológicos de estrés mucho mayores (aumento del sudor y frecuencia cardíaca) a los sonidos desencadenantes de comer y respirar que aquellos que no la tenían. Asimismo, no se encontraron diferencias significativas entre los grupos para los sonidos neutrales o los sonidos perturbadores del llanto de un bebé o de la gente que grita.

SÍNTOMAS

Por lo general los individuos informan que esta fobia provoca una variedad de respuestas fisiológicas y emocionales, acompañadas de cogniciones.

Algunas reacciones leves pueden ser: 

  • Ansiedad
  • Incomodidad
  • Ganas de huir
  • Desagrado

Las reacciones más severas pueden ocasionar:

  • Rabia
  • Enfado
  • Odio
  • Pánico
  • Miedo
  • Estrés emocional

Se ha descubierto que las personas con misofonía desarrollan ansiedad anticipatoria cuando se encuentran en situaciones en las que pueden estar presentes los sonidos desencadenantes, e incluso con el tiempo puede llegar a responder a los desencadenantes visuales, por ejemplo, ver algo que sabe que puede crear el sonido ofensivo puede provocar una respuesta.

TRATAMIENTO

Existen varias clínicas de misofonía en Estados Unidos y en otros países, que realizan tratamientos efectivos, como la distracción auditiva (con ruido blanco o auriculares) y la terapia cognitivo-conductual, que han demostrado mejora del funcionamiento. 

Otro tratamiento consiste en hacer cambios en el estilo de vida, como usar protección contra los ruidos o crear zonas “libres de ruido” en el espacio donde vive o se encuentra la persona. 

Terapia de reentrenamiento de tinnitus (TRT):  Ayuda a enseñar a las personas misofónicas cómo mejorar su capacidad para tolerar los sonidos desencadenantes. Combina terapia de sonido con asesoramiento, protocolos de sonido positivo, generadores de ruido y más. Se introducen sonidos agradables en el canal auditivo y se le enseña al paciente a crear asociaciones positivas con los sonidos desencadenantes mediante la práctica y el replanteamiento intencional. 

Terapia cognitivo-conductual: Comúnmente es utilizada junto con TRT, esta forma de terapia intenta alterar los pensamientos negativos de la persona misofónica para disminuir el sufrimiento de la persona. Su finalidad es emparejar los sonidos desencadenantes con experiencias positivas.

Medicamentos: Los tratamientos farmacéuticos para la misofonía incluyen Lyrica y Klonopin. Sin embargo, no se recomienda tratar la misofonía con medicamentos.

Cambios en el estilo de vida: La Asociación de Misofonía señala algunos cambios en el estilo de vida que pueden ayudar a reducir los efectos: ejercicio vigoroso, dieta saludable, horario de sueño regular, protección del sonido (cuando sea necesario), grupos de apoyo de misofonía y asesoramiento familiar.

Estos tratamientos ayudan al 80 % de las personas a lograr un alivio significativo de la afección. 

 

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