Un anciano cubano, de nombre José Luis Rosales Martí, habría muerto en las calles de Santiago de Cuba este sábado por “abandono y hambre”, según una denuncia compartida por varios usuarios en redes sociales.
De acuerdo con el usuario de Facebook Iván Leyva, Rosales Martí murió en la mañana y a las 17:40 horas todavía Medicina Legal de la oriental provincia no lo había recogido. “¿Dónde está la preocupación de este gobierno por sus ciudadanos?”, cuestionó Leyva en su post de denuncia, el cual acompañó de imágenes del supuesto fallecido, residente, según dijo, en el reparto Mariana de la Torre.
La publicación de Leyva en la referida red social ha generado hasta el momento centenares de reacciones y comentarios, muchos de los cuales, dando por cierta la información, lamentan la penosa situación en la que viven muchos ancianos en Cuba.
“Duele ver a un anciano en esas condiciones... ¿Dónde está la familia del señor?”, cuestionó la usuaria identificada como Francis Cotilla, una de los muchos opinantes en el post que considera que es la familia la principal responsable de que ningún anciano termine así.
Contrario a ella, otros muchos culpan al régimen cubano de que se den situaciones como esa. Se supone que Cuba es un país socialista con una seguridad social de cobertura amplia, pero en la práctica se ve que ésta no garantiza bienestar para muchos ancianos y otros cubanos en situación de vulnerabilidad, expusieron varios internautas.
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La publicación y el debate que ha generado en torno a cómo y por qué un anciano termina abandonado a su suerte se da en un contexto en el que el régimen ha puesto sobre la familia la responsabilidad del bienestar económico y material de las personas de la tercera edad.
Con el proceso de ordenamiento monetario y cambiario las pensiones de jubilados y personas en situación de vulnerabilidad social aumentaron, pero sólo de manera nominal. Los aumentos desproporcionados de precios hacen que estos ingresos sean igual o más insuficientes que antes del inicio del proceso y ante ello el oficialismo defiende que los familiares deben responsabilizarse para que sus ancianos o casos sociales lleguen a fin de mes.
