Yenisel Valdés, cantante cubana exintegrante de Los Van Van, clamó en redes sociales este jueves 25 de agosto por la libertad del pueblo cubano y declaró que “todos tenemos derecho a vivir con dignidad”.
“Pido libertad en todo el sentido de la palabra. Libertad para los presos políticos. Libertad para que todos puedan desarrollar sus negocios; sus talentos; sus sueños. Libertad para elegir quien nos gobierne. Que el Partido no esté por encima de la constitución. Que sean respetados todos los derechos de los cubanos que viven fuera de la isla y en ella. Que las langostas y los paseos en Yate no sean un privilegio de pocos, sino una posibilidad de todos”, reclamó la artista.
Valdés catalogó su impulso como una liberación y convocó a sus seguidores a también romper las cadenas con “una ideología que es disfuncional”.
“Por tus hijos, que no pidieron nacer; no les heredes batallas ajenas”, pidió a sus seguidores y confesó que, como para millones de cubanos, el 11 de julio cambió su vida.
“No daba crédito a lo que veía. Y todos esos sentimientos han seguido creciendo en mí como una gran bola de nieve que augura una avalancha”, aseguró Valdés y agregó: “No creo ni apoyo ideologías que omitan la pluralidad de criterios. Que exijan a un pueblo por más de sesenta años sacrificios. No somos ratones de laboratorio”.
Según explica al inicio de la publicación, el impulso de desahogarse surgió a partir de una recomendación de fe. “En ita el Oba me dijo que debía sacarme las espinas; de lo contrario se me apretaría el pecho y podría morir. He pasado un día con muchos, muchos deseos de llorar y no pretendo ir a la cama sintiéndome así”, contó.
Yeni, como es conocida popularmente la excantante del "Tren de Cuba", narra sus orígenes en el post: “Yo soy una cubana más, guajira de asfalto, pues en mi San Luis querido, en Pinar del Río, mi familia no tenía tierra en el campo. Mi mami me tuvo a los 16. Siempre trabajando duro, en lavandería, cocinando o limpiando pisos. Una guerrera hermosa y joven que nunca nos puso padrastro; tres hembritas en casa. Yo la mayor”.
En su relato explica que la familia descubrió su talento cuando tenía apenas cinco años y ahí comenzó su “hermosa aventura”. “No me puse metas; solo canté y canté y canté…. y el camino me trajo hasta aquí”, refiere.
Valdés recuerda algunos episodios de su adolescencia: “También dije consignas y tenía el supuesto privilegio de cantar los viernes en actos revolucionarios. A los 14 años ser popular en mi escuela al campo era genial”.
Sin embargo, aunque con el paso de los años se ha sentido bendecida por Oshun y Eleggba, confiesa que en los últimos tres años no ha visto a su familia, lo cual la tiene “muy triste”. A pesar de ello, decidió romper el silencio en redes a sabiendas que puede “pagar un peaje alto por este escrito”.
“Mi madre me dijo un día: un ser humano sin amor propio pierde todas las peleas. Tengo ese amor”, afirmó. Al finalizar su post, Valdés declaró: “Ni gusana, ni mercenaria. Soy tu voz silenciada. Soy el valor que te falta”.