El pelotero cubano y jugador de Grandes Ligas, Yasiel Puig, se unió este martes al movimiento Blackout Tuesday y realizó críticas a la discriminación racial en Estados Unidos.
En su Twitter, el besibolista recordó que hace siete años jugó por primera vez en un estadium de Grandes Ligas, luego de una larga lucha.
"Luché tanto para llegar aquí, Estados Unidos era un sueño", expresó y comienza en redes sociales por primera vez a contar sus experiencias personales como hombre de color, llamado así por él mismo.
"Quiero que mis hermanos y hermanas negros sepan que aunque he tenido el privilegio de ser reconocido a nivel nacional, ese privilegio no me ha impedido sentir el aguijón de ser un hombre afro-latino. Mi privilegio no me ha permitido escapar totalmente de otros que tienen nociones preconcebidas sobre mí basadas en el color de mi piel", agregó.
Ahora, luego de siete años como ciudadano estadounidense, el cienfueguero dijo que alzará su voz para exigir los cambios necesarios.
"Es hora de que todos sean tratados con el respeto que todos los seres humanos merecen. Negro, marrón, amarillo o blanco: nuestros corazones son lo que importa. Sigamos dando estos pasos adelante y demos a nuestros hijos el hermoso futuro que se merecen", concluyó.
El movimiento contra el racismo en Estados Unidos ha vivido una última semana intensa, luego de que el pasado 26 de mayo fuera asesinado George Floyd, un afroamericano, a manos de un policía blanco en Minesota.
Este miércoles, el fiscal general del estado de Minesota (EE.UU.), Keith Ellison, endureció los cargos contra ese policía, identificado como Derek Chauvin, que ahora enfrenta el cargo de asesinato en segundo grado, tras haber sido imputado el pasado 29 de mayo de asesinato en tercer grado y de homicidio imprudente.
Mientras, los oficiales Tou Thao, J. Alexander Kueng y Thomas Lane, presentes durante la detención de Floyd, fueron acusados de ayudar e instigar el asesinato en segundo grado.
Los transeúntes que se encontraban en el lugar del suceso grabaron con las cámaras de sus móviles un vídeo en el que se ve al policía Derek Chauvin presionando el cuello de Floyd con una rodilla durante casi nueve minutos, y las quejas de éste de que no podía respirar.
Además, según nuevos datos de la autopsia difundidos este miércoles, Floyd dio positivo por COVID-19 el 3 de abril, casi dos meses antes de fallecer ya sin síntomas.
Sin embargo, esa enfermedad no estuvo entre los factores que causaron su muerte, de acuerdo con el informe completo de su autopsia, difundido a última hora del miércoles por la oficina del forense del condado de Hennepin, Andrew Baker, y reproducido por la prensa local.
Entre las "lesiones por fuerza contundente" mencionadas en la autopsia se incluyen cutáneas en la frente, la cara y el labio superior, así como en la mucosa de los labios, de los hombros, manos, codos y piernas, al igual que presentaba contusiones en las muñecas.
Y como condiciones subyacentes descubiertas, el informe detalla una enfermedad cardíaca arteriosclerótica, una enfermedad cardíaca hipertensiva y un tumor pélvico.
La autopsia ordenada por la familia de Floyd señaló que falleció por "asfixia debido a una presión sostenida".