La Unión Europea (UE) seguirá utilizando vías diplomáticas y “colaboración crítica” para que Cuba respete los derechos de sus ciudadanos, contestó el bloque hemisférico a una petición de condena a la política de destierros del régimen promovida por la activista Salomé García Bacallao.
En comunicación con ADN Cuba, la activista declaró que, con la respuesta, la UE ratifica su decisión de utilizar el diálogo para tratar con el régimen cubano. “Basta de pronunciamientos, exigimos acciones concretas y sanciones”, dijo García Bacallao en Twitter.
El documento, al que este medio tuvo acceso, expresa que “la Unión aplica una política de compromiso constructivo y crítico con Cuba, en virtud de la cual busca una cooperación orientada a los resultados con su Gobierno y su población, especialmente en el ámbito de los derechos humanos y laborales”.
También recuerda que el alto representante de la UE Josep Borrell condenó la represión en la isla desatada contra manifestantes pacíficos el 11 de julio y que el Parlamento Europeo también emitió el 16 de septiembre una resolución de condena en este sentido.
“Desde que yo lancé la petición tenía como objetivo visibilizar esta violación de derechos humanos que comete la dictadura contra médicos, periodistas y personas de todo tipo, a las que luego se les impide regresar a su país”, declaró García Bacallao a ADN Cuba en septiembre.
La iniciativa, que circula en la plataforma Change, apareció en marzo, a raíz de la prohibición de entrada a la isla de la periodista de ADN Cuba Karla Pérez, quien quedó varada por horas en Panamá debido a que el Gobierno cubano también se negó a permitirle regresar a Cuba.
Según el texto de la misma, la negativa de entrada de Karla Pérez la condenó al “desamparo legal” y al “destierro efectivo”. Actualmente, la periodista vive en Costa Rica, donde posee estatus de refugiada.
“Merecemos que se nos restituyan nuestros derechos. Muchas personas que se han ido de Cuba pierden sus derechos como ciudadanos y quedan desprotegidas. Esta es una violación a la que no se le ha dado suficiente visibilidad”, agregó a nuestro medio la también investigadora.
Este mes, otra activista y opositora cubana, Anamely Ramos, fue condenada de facto al destierro al recibir una comunicación de la compañía American Airlines según la cual no podía abordar un vuelo de regreso a Cuba a petición expresa del régimen de La Habana.
“En todos los países en los que operamos, los requisitos de ingreso y la admisibilidad de los viajeros los determinan las autoridades de cada país, no las aerolíneas. American no tenía discreción ni elección en este asunto”, alegó la compañía.
Desde el aeropuerto de Miami, Ramos afirmó: “independientemente del acuerdo que ellos tengan con el gobierno cubano, yo soy residente cubana, no tengo residencia en ningún otro país del mundo y por lo tanto no me puedo quedar ilegal aquí” en Estados Unidos.
Ramos salió de Cuba en enero de 2021 para continuar un doctorado de Antropología en la Universidad Iberoamericana de México.
En noviembre de 2020, protagonizó junto a otros artistas y activistas el Acuartelamiento de San Isidro, para exigir la libertad del rapero cubano Denis Solís, condenado entonces a ocho meses de prisión.
Luego de haber sido desalojada junto a sus compañeros la noche del 26 de noviembre, fue objeto de arrestos domiciliarios, detenciones arbitrarias e interrupciones a su servicio de conexión a internet por datos móviles.
Ramos es historiadora del arte y maestra en procesos culturales, y ha sido curadora de más de 15 exposiciones. Fue profesora de la Universidad de las Artes de La Habana, de donde fue expulsada; y del Instituto Superior de Arte de Luanda, Angola.