Ernesto de Armas, uno de los jóvenes que buscan la supervivencia de la red SNet en Cuba a través del activismo, fue detenido e interrogado anoche en La Habana por agentes de la Seguridad del Estado, según informó el joven en sus redes sociales.
De Armas denunció que fue amenazado incluso con la cárcel.
“Ayer a las 11:45pm +- vino la seguridad del estado a mi casa. Me llevaron en una patrulla. Me amenazaron, me acusaron falsamente de cosas, incluso me amenazaron con la cárcel”, escribió en Twitter.
“Estoy muy triste de que esto suceda solo por defender SNET en mi país. Yo no hago daño a nadie...”, añadió
Muchos usuarios han manifestado su apoyo a De Armas, a SNet y a la protesta del próximo 17 bajo la etiquetas como #YoSoySnet.
Usuarios de SNet convocaron recientemente a una manifestación pacífica prevista a desarrollarse este sábado 17 de agosto, a las 9 de la mañana, frente al Ministerio de las Comunicaciones de Cuba (MINCOM) para exigirle al gobierno el respeto a la autonomía de la llamada “red de la calle”, que quedó ilegalizada de facto con la entrada en vigor de las Resoluciones 98 y 99 del MINCOM.
Tras el anuncio de los directivos del Ministerio sobre el fin de la red, más de un centenar de usuarios se manifestaron el sábado 10 de agosto frente a la sede del Ministerio en la Habana.
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Este miércoles trascendió que algunos administradores de la red habrían tenido una reunión con el director general de los Joven Club, la institución que sería la encargada de “absorber” a SNet hacia el aparato estatal, dejando fuera no solo la autonomía de la red, sino también la posibilidad de conectarse de muchos de los que hasta ahora lo hacen.
De acuerdo con información revelada por Ernesto de Armas, quien participó en la protesta del sábado 10, el MINCOM se niega a hacer concesiones y no revisará las Resoluciones 98 y 99. Las soluciones que ha buscado hasta el momento la institución gubernamental no satisfacen los deseos de la mayoría de los usuarios de la red.
Administradores de SNet aseguran que la red tiene cerca de 40 mil usuarios en la Isla, que se conectan mayormente para jugar y socializar, bajo estrictas reglas que prohíben difundir contenidos sobre política o pornografía.
