Los medios de propaganda del régimen cubano continúan en su campaña para lavarle la imagen a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), uno de los órganos represivos del país.
Esta vez publicaron una nota sobre un robo con violencia en la provincia de Sancti Spíritus, que según reporta el pficialista periódico Escambray, "fue resuelto en menos de una hora por fuerzas de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR)".
Se trató de una mujer a la que le robaron una cadena de oro el pasado 14 de agosto, y los policías encontraron al culpable y se la devolvieron, una acción que debe ser la normal en el día a día de estas fuerzas, sin necesidad de escribir un artículo sobre ello.
Además, utilizaron a la víctima en estos intentos por mejorar la reputación del órgano represivo.
"Me alegro que la policía haya estado ahí, porque confío en ellos. La Revolución y Fidel están en mi corazón", dijo.
Por último, ese medio publicó imágenes de una especie de acto que realizaron para hacer la devolución de la cadena. Cabe destacar que habían decenas de personas, pese a la pandemia de COVID-19.
A inicios de julio un conocido vocero del régimen cubano pidió que los medios de propaganda estatal aumenten su persistente lavado de imagen de la policía, como si fueran pocos sus intentos.
En el diario Granma, perteneciente al Partido Comunista, calificó como “vitales” los contenidos que los medios de comunicación oficialistas puedan producir en favor de las fuerzas represivas.
Pero además del periodismo no partidista, según el vocero, han de recibir respuesta los ciudadanos que publiquen libremente denuncias y sobre todo fotografías y videos con evidencias del actuar policial.
“Días atrás el programa Hacemos Cuba, a partir de numerosas comunicaciones de los ciudadanos para informarse sobre el tema, ofreció esclarecimiento sobre si es posible fotografiar o grabar a un policía durante sus funciones públicas”, escribió.
Aseguró que, aunque “la respuesta fue afirmativa” y “ese testimonio gráfico puede ser usado como parte de una denuncia, por lo que constituye un abuso de autoridad por parte del agente impedirlo por cualquier medio”, el afectado o testigo de una violación no puede difundirla.