Fuertes dolores perturbaron la noche del 30 de marzo al líder de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, informó su esposa y activista, Nelva Ortega en redes sociales.
El opositor, en huelga de hambre desde hace 11 días, pudo conciliar el sueño tras recibir una dosis de diclofenaco de sodio. Esto ocurría sobre las seis de la mañana de este miércoles —hora de Cuba—, mientras otros miembros de la organización también debían recibir cuidados constantes.
Se desconoce hasta el momento cuál es, exactamente, el estado de salud de Ferrer y los otros acuartelados en la sede de UNPACU, ubicada en el reparto Altamira, provincia Santiago de Cuba. Sin embargo, ADN Cuba intenta ponerse en comunicación con la isla.
Según la organización CubaDecide, de la que también es promotor Ferrer, hasta hoy, 56 personas se mantenían en huelga de hambre, 49 de ellos dentro de Cuba y siete fuera de la Isla.
“La gravedad de la situación y el peligro para las vidas de todos estos activistas crece con las horas. Mientras, el cerco de la policía política y las detenciones y retenciones arbitrarias se mantienen”, afirmaron en un comunicado enviado a nuestra redacción.
El régimen cubano no ha escuchado hasta el momento el reclamo de los huelguistas, que podría acabar con esta protesta extrema: deponer el asedio a la sede de la organización y permitir que continúe realizando su labor humanitaria.
La víspera, instalaron cámaras de vigilancia fuera de la casa de Ferrer, denunció el propio opositor en redes sociales.
“Sin dudas el corte de Internet a las 2 y 30 a.m. hasta el mediodía de hoy fue para que no transmitiera en vivo la instalación de 4 cámaras de vigilancia nuevas en nuestra calle y una casi encima de nuestra ventana”, declaró.
La víspera, los activistas en huelga de hambre creyeron que el régimen relajaría el cerco. Sin embargo, la policía pronto reanudó las detenciones contra quienes intentaban llegar hasta la vivienda de Ferrer y su familia. En horas de la mañana dejaron pasar a dos activistas y cuatro personas en busca de ayuda humanitaria, pero luego detuvieron a cinco de las personas que lograron burlar el asedio policial.
Según declaró Ferrer a ADN Cuba, “unos 20 agentes de civil permanecen en las cercanías del barrio y se hacen visibles cuando alguien logra acercarse a la sede. Le salen al paso, siempre de forma violenta, para impedirles continuar”.
“Salen de las esquinas corriendo para impedir que pase el activista o las personas que desean llegar hasta aquí. Si es necesario llaman a los refuerzos que tienen bien cerca, en el Policlínico 28 de septiembre”, añadió.
“También están de forma permanente en la zona al menos dos patrullas, además de un carro jaula y un camión de tropas especiales. Usan la escuela que está detrás de nuestra vivienda como local de vigilancia y descanso”, explicó Ferrer.
El viernes pasado, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, envió un mensaje de solidaridad con los huelguistas durante conferencia de prensa, en la que también participó Ferrer y la promotora de Cuba Decide, Rosa María Payá.
Además de Almagro, se han solidarizado con el líder opositor cubano y sus compañeros, el presidente designado de Venezuela, Juan Guaidó, la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar, las organizaciones Cubalex, Cuban Prisoners Defenders, Human Right Watch, entre otras personas y entidades.