Niños guantanameros lloran al ver las confituras en las vidrieras de las tiendas en MLC

Los padres de esa provincia piden que las tiendas MLC retiren los dulces de las vidrieras para evitar el momento amargo de explicarle a sus hijos que no pueden comprarlos.
Pobreza en Cuba
 

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El periódico Venceremos, de Guantánamo, reporta un caso inaudito y entristecedor: los padres de esa provincia piden que las tiendas MLC retiren los dulces de las vidrieras para evitar el momento amargo de explicarle a sus hijos que no pueden comprarlos.

Según el medio local, “guantanameros sugieren a la gerencia de la tienda de productos en MLC situada en las calles Los Maceo esquina a Prado, se valore la posibilidad de cambiar de lugar las confituras visibles a través de la cristalería (…), porque llaman mucho la atención de los niños, y es complejo explicarle la imposibilidad de los padres para comprarlos por no tener acceso a esa moneda, cuestión que, ante la incomprensión de los pequeños, por lo general, les provoca el llanto”.

A este punto ha llegado la más oriental de las provincias cubanas —también una de las más pobres—, que las escenas allí convierten en realidad los momentos tristes de cualquier película de época o las novelas del siglo XIX.

La noticia de este pequeño escrito, que aparece en una columna secundaria de ese periódico, casi como si los editores sintieran vergüenza de publicarlo, ha provocado mucha indignación en redes sociales. Para algunos es signo de lo mal que van las cosas en el país y lo poco que informan sobre la realidad —la verdadera— los medios oficialistas.


Recientemente ADN Cuba reportó otro caso similar en Guantánamo, que involucra a otro pequeño. Se trata de Alcides, un menor de 9 años que se encuentra en situación muy precaria: deambula por las calles y sin atención familiar.

ADN Cuba se comunicó con Niober García Fournier, residente en esa ciudad oriental y representante nacional de la red Eye on Cuba, que monitorea las violaciones a los derechos humanos en la isla. Al llegar a la vivienda del pequeño, situada en la calle Santa Rita, entre 7 y 8 Sur, García Fournier encontró “una familia totalmente disfuncional, como muchas otras familias que hoy en Cuba padecen de ese funesto mal”.

En la vivienda conviven con los tres menores la abuela y un tío, ambos alcohólicos. La madre del pequeño no se encuentra desde hace varios días en la vivienda, pues según los vecinos acostumbra a pernoctar en la calle y no atiende a los niños.

Guantánamo tiene uno de los índices de pobreza más altos en Cuba, reconocido por las propias autoridades de la isla. Junto a esto, se suman problemas de malnutrición, alcoholismo, bajo nivel educacional, entre otros.

 

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