Mariela Castro, la hija del dictador Raúl Castro y sobrina de Fidel, se posicionó en su perfil oficial de Facebook sobre la polémica manipulación que sufriera la semana pasada la artista ícono del exilio, Celia Cruz en un programa de la televisión cubana.
Mariela no escribió nada al respecto, pero compartió dos textos sobre la polémica, donde sin dudas buscaba posicionarse a favor del programa “La Pupila Asombrada”, menospreciando el valor artístico de Cruz y dejándola como una “manipulada por la ultraderecha de Miami”.
La también directora del Cenesex compartió en su perfil la opinión del usuario César Gómez, trabajador en el Canal Cubavisión Internacional, y si la compartió es porque está de acuerdo con dicha opinión personal.
En dicho escrito (de Gómez y a la vez Mariela) se leen frases como que revivir a Celia Cruz sería “construirle los altares que no tuvo en Cuba en más de 60 años” o “me quedo con el Benny y Formel (…) cuyas raíces nunca fueron auto-extirpadas del suelo patrio”.
“La verdad que no me interesa bailar con Celia Cruz (…) Prefiero soñar con volver a ver a Silvio y a Pablo juntos en el mismo escenario y aquello de no traicionar (¡jamás!) La gloria que se ha vivido”, dice también el texto que compartiera la más pública de los actuales Castro.
La sobrina de Fidel Castro también compartió en su perfil otro material “periodístico” donde se asegura que la negativa a que Celia Cruz entrara a la isla a despedir a su madre moribunda no fue asunto del régimen.
En dicho artículo se dice que en el documental “Celia Cruz regresó a La Habana” de José Luis Lobato “familiares cercanas a la cantante y figuras de la cultura cubana hablan en este material de ambos asuntos y dan otra versión de sus causas”.
Mariela Castro no solo se posiciona respecto al menosprecio del valor cultural de Celia Cruz (como ya lo hizo antes con la cubana Gloria Estefan) sino que intenta excusar a su familia de las prohibiciones que pesaron toda una vida sobre la “Reina de la Salsa”.