El reconocido gimnasta cubano, Manrique Larduet, denunció en redes sociales el abandono de un gimnasio donde entrenó cuando era pequeño.
Aunque no especifica, el deportista se refiere a la Sala Polivalente Alejandro Urguellés, ubicada en Santiago de Cuba.
El comentario lo difundió a través de su página de Instagram este miércoles.
"Después de 15 años hoy visito la base en el gimnasio de la polivalente.Lugar donde di mis primeros inicios.Siento mucho dolor al ver las condiciones desastrosas que les quedan a nuestros pequeños relevos. Siento que la gimnasia en Cuba se está acabando!", escribió.
La publicación alcanzó casi las mil reacciones y 17 comentarios de personas.
Un usuario, Ricardo Dilou, le contestó: "Querido Manrique ..seguramente tú expresión es muy normal ...pero la realidad será otra ..como dice onezumba..yo competí por Chago en épocas del Juan Abrantes (...) siempre pensábamos igual...después, no sé cómo,vinieron tantos campeones de todos los niveles... y Santiago siempre siempre siempre ha estado en la vanguardia nacional. Hay una cosa que no ha cambiado ni en Santiago, ni en Cuba: niños, niñas gimnastas que después se convierten en entrenadores, con un único sueño, la práctica y crecimiento de su deporte. Eso es lo que mantiene y mantendrá vivo siempre el deporte en Cuba...aunque se entrene en el fango ..como una vez Enel Escambray. (infórmese)".
El subcampeón mundial no se quedó callado. "Respeto tu comentario.No pongo las cosas a manera de crítica, pongo las cosas como mismo tú dices a manera de expresión...Creo que es usted el que debe informarse de las cosas que se están sufriendo hoy en día en la gimnasia a nivel nacional. Ya lo dices los tiempso son los tiempos estamos en el siglo 21, no en el 20. Años tras años el mundo se va desarrollando. Aún no he visto una persona de 50 años volver a ser niño otra vez. Espero que entiendas el ejemplo!! Visítenos más a menudo, sus conocimientos como atleta y entrenador que fue serán muy aceptados, así no dejamos que esto vaya al piso no crees??".
Dicha sala surgió como parte de la infraestructura creada para servir de sede a los XI Juegos Panamericanos de 1991, específicamente en los deportes de Gimnasia Artística y Gimnasia Rítmica, a un costo de 12 millones de pesos cubanos (480 mil dólares).