Madre cubana denuncia muerte de su bebé de 2 meses tras negligencias médicas

Según su madre, la pequeña de solo dos meses habría llegado con vida al pediátrico más cercano, el William Soler, sin embargo, tras una serie de ineficiencias, no lo consiguió.
 

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Elizabeth Sánchez Rosabal pide justicia por su hija de dos meses Emmilianet Álvarez Sánchez que murió hace una semana, tras lo que ella considera una cadena de malos procedimientos, desde la inexistencia en el policlínico de Calabazar de una sala de primeros auxilios, hasta el hecho de que la ambulancia llegara tarde y sin oxígeno.

"Salí a ponerle una vacuna (a la niña) y pasé por el consultorio porque me tocaba consulta con el médico", dice a las cámaras de Cuba Decide la madre. Relata que ella entonces le pidió al doctor que revisara a la bebé y él le dijo que no, que al regreso, "si algo", la miraba. La madre siguió para el policlínico en una guagua y por el camino la niña echó un buche, recuerda.

Al llegar al policlínico le dijeron que no le pusiera la vacuna a la bebé y así lo hizo: "no la vacuné y cuando volví a casa de mi mamá la niña se me empezó a poner moradita".

Regresaron al policlínico porque, al verle y tocarle el oído a la niña, presumieron que tenía otitis. "Le mandan cefalexina con una duralgina en supositorio, no había, no había medicina... Cuando subo la niña tenía la boquita morada... en el policlínico corren con ella y me dicen que la deje ahí para que la revisen. Llaman a la ambulancia, pero los ambulancieros se demoraron casi una hora... cuando llegan no traen oxígeno. Me dicen que salga a buscar un carro... pero en eso llega la ambulancia", dice la madre con la voz entrecortada.

Que no exista en el policlínico de Calabazar una sala de primeros auxilios y que la ambulancia llegara sin oxígeno es de los hechos que más lamenta la madre porque, en caso contario, al menos hubieran podido remitirla tiempo al pediátrico más cercano, el William Soler. 

Muere por negligencia médica bebé de 2 meses en Calabazar

Según la madre y la abuela de la pequeña de solo dos meses, esta habría llegado con vida al pediátrico más cercano, el William Soler. Sin embargo, tras una serie de ineficiencias, no lo consiguió. 

"Iba sin oxígeno", insiste la abuela porque a la madre se le corta la voz por el llanto.

La abuela denuncia además que se trató de un "paripé", es decir, de un falseo de lo que realmente estaba pasando, en tanto le confirmó la doctora que la niña ya había fallecido a su llegada al hospital pediátrico de Boyeros.

Después de una semana, siguen pidiendo respuestas a las autoridades sanitarias y, en general, al Gobierno cubano que se jacta de tener un sistema de salud pública, universal y gratuita.  

Este hecho vuelve a poner en el debate público el alcance de la justicia en casos que involucran a menores y a adultos que, se supone, sean responsables de garantizarles a los pequeños acceso efectivo a la salud. En medio de la pandemia de Covid-19, tienen lugar estos dilatados procesos en el sistema de atención urgente a quienes la necesitan.

Antes de la situación epidemiológica actual, no obstante, la Salud Pública cubana fue responsable de la muerte de la bebé Paloma Domínguez. 

El 3 de octubre último habría cumplido dos añitos, pero falleció el pasado 2019 tras la administración de una vacuna en el policlínico Neninger, de Habana del Este. Fallo múltiple de órganos fue la causa de muerte que escribieron en el parte de defunción de Paloma, el documento que dictamina la funeraria a partir del acta emitida por Salud Pública. Lo que no ponen (nunca, y menos en su caso) es la causa de la causa, es decir, por qué fallaron de manera múltiple sus órganos, unos órganos que apenas sobrepasaban el año de edad.

La madre de la niña, quien emigró a México por lo difícil que era para ella lidiar con los hechos en un contexto cubano donde pretendían su mutismo, recordó entre lágrimas los sucesos.

Fue el 7 de octubre de 2019 cuando esta madre llamada Yaíma la llevó al policlínico Betancourt Nenínger, ubicado en la Zona 15 del reparto de Alamar, para ponerle una vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola, pero esto provocó una reacción en la pequeña que la dejó sin vida. Yaíma cuenta que le costó mucho quedar embarazada de Paloma y compró a muchos médicos para lograr su tratamiento de fertilidad.

 

 

 

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