Las autoridades cubanas tenían un plan para arrestar al disidente Eliécer Ávila, líder de Somos+, si regresaba a Cuba a ver a su familia.
El propio activista ha contado los detalles al medio independiente CiberCuba, que publica hoy los detalles de la trama. Primero, la hija de un oficial de la Seguridad del Estado en Las Tunas escuchó a su padre hacer un comentario que llegó hasta El Yarey, un poblado rural donde vive todavía hoy vive la familia de Ávila. Luego, la Seguridad del Estado intentó presionar al miembro de Somos+ y residente en Estados Unidos, Guillermo Estrada, quien tuvo que viajar a la isla para asistir al juicio de su hermano, acusado de homicidio no intencional.
Según el testimonio de Estrada a CiberCuba, la Seguridad del Estado lo citó, interrogó y presionó durante horas. Le ofrecieron un pacto: si cooperaba con ellos enviando desde Estados Unidos información sobre Ávila, su hermano podría “salir mucho mejor” en el juicio que tenía pendiente.
Luego las presiones se centraron en Georlys Olazábal Drake, el comprador (en 2017) de la casa de Eliécer Ávila ubicada en El Cerro, La Habana. Todas las partes hicieron en su momento los trámites legales pertinentes, y declararon los montos de la transacción al fisco cubano, pero recientemente Olazábal Drake recibió la visita de un inspector de la Vivienda y un funcionario de la Oficina Nacional de Administración Tributaria. "Vinieron a decirme que llevan rato localizándome por el proceso de compraventa de la casa y preguntándome que si yo tenía algún tipo de comunicación contigo. Me dejaron una citación para el viernes en la [Oficina de la] Vivienda, me dijeron que si no iba me iban a circular” --cuenta el comprador a Eliécer en un mensaje de texto.
Según Ávila, la presión contra el comprador de su vivienda, que incluso la vendió a su vez un año más tarde, solo tenía una intención: “Sumarlo para la causa. Ellos necesitaban que Georlys declarara en mi contra, dijera que yo mentí en lo que él me pagó por la casa, para tenerlo como testigo de mi supuesta evasión fiscal”.
La confirmación final de la trama en su contra la encontró el disidente en Miami. Otro exiliado, el hijo del fallecido Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, Juan Juan Almeida, usó sus contactos en la isla para indagar sobre el caso de Eliécer. “Me confirmaron que te están esperando en Cuba con un plan de recibimiento que incluye proceso en la fiscalía” --fue la respuesta.
“Ya tienen el caso y hasta el testimonio de testigos, pero no lo pueden ejecutar porque aún no se ha autorizado ese plan. Lo que sí tienes en las computadoras de inmigración es un “Aviso de Entrada” --abundó Almeida.
La intención de Eliécer era viajar a la isla antes de cumplir los dos años de estadía fuera del país, para no perder los exiguos derechos que el gobierno de la isla aún garantiza a la mayoría de los cubanos residentes en el exterior. Llevo más de dos años sin ver a mi familia, y obviamente mis abuelos están ya bastante viejitos y me duele un mundo que mi hija se los pierda definitivamente" --dijo el activista a ADN Cuba.
"Todo esto vino después de la Marcha de los Prohibidos que hicimos en Washington. La dictadura nunca había visto casi dos mil personas frente a la Embajada en Washington. Se hicieron grandes manifestaciones en 17 países. Ese poder de movilización que ellos no habían visto en la oposición es lo que yo creo que les preocupa. Están mirando que estamos organizando por primera vez un poder que nunca se ha usado, yo creo, de una manera eficiente: el poder que tienen los casi tres millones de emigrados cubanos, económico, político y de influencia en la familia cubana" --añadió el opositor.
Las presiones sobre Ávila no han cesado desde que inició su carrera de opositor. Y tampoco disminuyeron después que, por razones personales, se instalara en Miami, desde donde no ha dejado de encabezar diversas iniciativas de protesta. Recientemente, a raíz de un viaje suyo a Granada, la dueña del hotel donde presuntamente se alojaría el activista recibió presiones de la Embajada Cubana en ese país, y amenazas de que podría ser despojada de su licencia comercial si lo hospedaba.
"Pienso seguir denunciando, ha dicho el activista a ADN Cuba. "Y tengo todas las pruebas, incluso pantallazos de las computadoras del MININT".