Investigación Criminal restituye cuatro sacos de café a bodega de donde habían sido hurtados

Más allá de la pandemia, la prensa oficialista regala la crónica de todo un "crimen" que fue resuelto, el robo de cuatro sacos de café
En acto simbólico restituyen el café a la bodega
 

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Para que todo no sea COVID-19, coronavirus o pandemia, la prensa oficialista del régimen en la Isla de la Juventud nos regala la crónica de todo un “verdadero” crimen que requirió el despliegue de una “investigación criminal”.

Resulta que un forajido, todo un consolidado atracador, robó cuatro sacos de café de la bodega El Mundo, ubicada en calle 37 esquina 22, en Nueva Gerona, la capital de la Isla. Ante tal afrenta al patrimonio del pueblo, que sólo accede por la libreta de abastecimientos a unas cuantas tacitas de café al mes, con contingencia sanitaria o no, el Órgano de Investigación Criminal del Ministerio del Interior en el municipio especial actuó de inmediato y resolvió el caso.

El “crimen” se produjo en la madrugada del 29 de marzo. Según Victoria, el diario digital de la Isla de la Juventud, gracias “una vez más al rápido accionar de las fuerzas del orden, esta vez con el apoyo de un agente de la Empresa de Servicios Especializados de Protección (Sepsa)”, se logró “descubrir al malhechor”.

“Maritza Arias Rabasa, administradora del establecimiento, recibió con mucho júbilo la entrega del cotizado producto que hubiese privado a unos 280 consumidores de degustar cada mañana el sabor y aroma de ese grano”, relata el referido medio, que además da detalles del hecho, en voz del teniente William Roldán Durán, instructor penal.

De acuerdo con Roldán, “el bandido violentó la puerta del comercio introduciendo sus dedos, con los cuales levantó los pestillos” y ante la ausencia del custodio, “penetró en el lugar y se apoderó del café y dinero en efectivo”.

“Tras detectar al individuo cuando escapaba por calle 22 con dos de las cuatro bolsas robadas, el agente de Sepsa lo comunicó a la PNR, cuyas fuerzas detuvieron al ladrón cerca de allí, iniciaron la investigación, recuperaron las otras dos bolsas escondidas y pusieron al autor a disposición de la justicia”.

En acto público realizado con la presencia de trabajadores y consumidores, prosigue el Victoria, “las autoridades entregaron lo sustraído, fueron reconocidos los oficiales que esclarecieron el caso y fueron subrayados la negativa connotación y el repudio de ese delito en la sensible y compleja coyuntura actual”.

Si bien todo delito es criticable, el intento de crónica del medio oficialista resulta, cuando menos, risible. El periodista, seguramente sin quererlo, expone las contradicciones, si no las estupideces, de un régimen agotado y mísero, al cual cuatro sacos de café podrían resquebrajarle su pretendida estabilidad.

Asimismo, ya que se está por la labor de dar cobertura periodística a los “crímenes” que ocurren en el país, por qué no relatar también los episodios de corrupción y otros grandes delitos en los que incurren funcionarios estatales y empresariales en el país, los más ilustres hijos de la “revolución” y auténticos cuadros partidistas.

Por qué no desplegar investigaciones criminales sobre hijos, nietos y amantes de “líderes revolucionarios” cuyo dinero, el suficiente para andar de fiesta a menudo y a bordo de yates, no se dice nunca de dónde procede.

Sería pedirle mucho a una prensa atada de pies y manos. De momento, por indicación del Partido, sólo se pueden relatar crímenes de robos en bodegas y otros actos de raterismo. Pero los grandes, esos que también contribuyen a tener a Cuba en el estado actual de precariedad, corrupción, escasez y ridiculez extremas, mejor no tocarlos, porque, entenderá el régimen, no son necesarios para el conocimiento del pueblo.