El gobierno de Santiago de Cuba intenta regular nuevamente a los “motoristas” de la provincia, unos 14 000, según conteos oficiales, de los que apenas 50 pagan regularmente al fisco.
Conocidos por hacer de taxistas sobre sus motocicletas, de las cuales dependen el transporte en la ciudad capital, ahora pueden cobrar por un viaje hasta 50 pesos, cuando antes eran 5.
Según la emisora local Radio Revolución, la tentativa de regulación llegó luego de “protestas de la población”, pero añade que fue tratada en la última visita de Miguel Díaz-Canel al territorio.
En los nueve municipios del territorio se han intensificado las gestiones para la legalización, mediante licencias de tránsito e inscripción en la ONAT, de esta forma de empleo no estatal, para la cual el gobierno prevé facilidades y servicios que contribuyan a la rebaja del precio de los viajes.
En menos de una semana 348 motoristas se han interesado por el proceso de legalización de la actividad, y de ellos 113 han accedido a la correspondiente revisión de sus motos, a la vez que funcionarios de la Dirección de Transporte están encargados de la organización de 25 piqueras en esta ciudad.
Para quienes se dedican al traslado de pasajeros en estos vehículos, sean o no sus propietarios, de carácter obligatorio y experimental se emitirá la autorización (renovable cada año), por valor de 300 CUP, y se le aplicará el régimen simplificado de tributación, con cuota consolidada mínima de 250 CUP mensuales.
En igual sentido no tendrán que presentar declaración jurada, ni liquidarán en la ONAT el 10 % de los ingresos obtenidos mensualmente. En los casos en que corresponda, realizarán el pago establecido por la contribución a la seguridad social, lo cual se revierte en beneficio llegado el momento del retiro laboral.
Los mototaxisas de Santiago ya han protestado en varias ocasiones, pues, como se dice en buen cubano, “no les da la cuenta”: entre las tarifas del pasaje reguladas por el estado, los altos impuestos y el precio exorbitante del combustible.
En 2013, pidieron y obtuvieron una reunión con el secretario del Partido en la provincia, Lázaro Expósito, para negociar el precio de la patente que les daba autorización para ejercer como taxistas.
Volvieron a protestar en 2019 por las tarifas abusivas impuestas por el gobierno local, quien tuvo que ceder. El forcejeo continúa ahora, con esta nueva visita de Díaz-Canel, en medio de una situación tensa para La Habana, debido a la grave crisis económica que podría traer aparejada un estallido social.
El oriente cubano, donde se encuentra Santiago de Cuba, la más importante ciudad de esa región, es la zona más pobre de la isla, en donde golpea con mayor fuerza la escasez de alimentos, transporte y medicamentos.