La youtuber Ruhama Fernández publicó un video en su canal de YouTube este domingo 1ero de noviembre donde denuncia que se sintió “acosada por un militar” durante un reciente interrogatorio policial al que fue sometida.
En una directa transmitida anteriormente por su página de Facebook la joven había referido que tras el interrogatorio al que fue sometida el viernes, “el peor de todos los que ha pasado”, regresó a la unidad de la policía motorizada de Santiago de Cuba para recuperar su dispositivo, como le habían orientado, pero luego de horas de espera comprobó que nadie sabía del paradero del mismo.
“Mi teléfono, no sé… Se robaron mi teléfono. Lo que más me perturba es el hecho de tener que verlos de nuevo. Esperaba poder salir de esto hoy y no tener que pasar de nuevo por eso… Tienen que seguirlo buscando. Es repulsivo lo que se vive en el país”, denunció.
Fernández fue detenida por filmar y denunciar la arbitraria demolición de la iglesia Asamblea de Dios. Estuvo apoyando al pastor Alain Toledano, quien también fue detenido por agentes de la policía política y la Seguridad del Estado.
En el video compartido en su canal, la youtuber detalló algunos detalles que obvió antes porque según explicó, quería hacer algunas consultas legales.
La joven santiaguera denunció que “Viví el peor interrogatorio policial que he tenido, donde me he sentido más incómoda y enojada (…) el acoso sexual no es solo que nos toquen o nos obliguen, va más allá”.
“No me sé el nombre de los policías porque siempre usan nombres falsos y esta vez estaban con ropa de civil. Yo llevaba un enterizo negro, mis audiófonos y mi cartera, absolutamente más nada. Creo que no estoy vestida inapropiadamente –la youtuber grabó el video con la misma ropa con la que fue interrogada- y aunque una persona este vestido inapropiada no es justificación para ser acosado”, precisó Fernández.
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“He sido interrogada, amenazada, pero jamás me había sentido tan mal. Cuando estaba adentro había dos hombres, uno que estaba frente a mí, escribiendo el acta de que me iban a quitar mi teléfono, y otro (…) me miraba de manera inapropiada, lo que tenía deseo de decirle era: si supieras el asco que te tengo no me mirarías así, pero me meterían presa por desacato, ellos cogen lo mínimo para apresarme”, dijo la joven.
Fernández criticó que en medio de la tensa situación de ser detenida arbitrariamente, uno de los oficiales le lanzaba piropos. “Es una falta de respeto lo de estos tipos”, criticó.
Al final del interrogatorio, cuando se retiraba, también recibió ironías y comentarios ofensivos, según mencionó la activista por los derechos humanos en el país.
“Salgo y me voy para casa del pastor junto con su esposa. Consigo otro teléfono y cierro todas mis cuentas. Salgo para mi casa y cuando llego aquí hay alguien vigilando. Intentaron entrar en mi casa. Me habían preguntado si tenía otro medio de comunicación, les dije que no y como no me creyeron, intentaron entrar en mi casa”, agregó en la narración que había realizado antes por Facebook.